Un grupo de quintos del reemplazo de 1955/56 destinados al Regimiento de Infantería Canarias 50 de La Isleta se reunió este fin de semana en un emotivo encuentro de confraternización en el restaurante Los Girasoles.

Los militares de reemplazo de aquellos tiempos nunca se olvidarán de la guerra de Ifni, en la que participaron muchos de sus compañeros. La suerte para muchos fue dispar y algunos descansan desde entonces el cementerio de Las palmas de Gran Canaria. Jamás olvidará la llegada de cientos de legionarios heridos al hospital militar, hoy rectorado de la ULPGC. Pero más que penas, se recordaron buenos momentos.

Acudieron con ellos José Luis Delgado y Alejandro Quintana Barber, alfereces profesionales en la época, y el brigada Guillermo Henríquez Viera, que en su día ejerció como secretario del coronel, y que ayer, con mando en plazo, obsequió a todos un una insignia, que ahora llaman "pin", del regimiento, y que todos lucen con honor y orgullo. Un sentimiento con la Patria difícil de localizar en estos tiempos.