Canarias fue una de las comunidades vanguardistas en la implantación de la receta electrónica. Sin embargo, por el momento su eficacia solo puede ser aprovechada por los ciudadanos de nueve comunidades autonómicas. Esta situación obliga a los ciudadanos españoles que viajen en el territorio nacional a acudir como desplazados a un centro de salud con el objeto de que el médico de guardia le despache una receta tradicional. Otra opción es llevar las recetas prescritas de antemano desde su comunidad. Mientras tanto, la implantación general de interrelación sanitaria lleva un año de retraso debido a que cada comunidad elige según sus prioridades la fecha de su adhesión.

La causa también procede de la escasez de reuniones interterritoriales que, desde el pasado junio, llevaban un año y medio sin convocarse, según explicó el consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, José Manuel Baltar. "Con eso doy la referencia de la importancia que tiene que nos reunamos para coordinarnos, porque es que sino vamos a tener 17 sanidades distintas".

En 2015 se inició el sistema de interoperatividad que permite que los ciudadanos retiren en las farmacias de fuera de su comunidad los medicamentos prescritos electrónicamente, pero hasta el momento únicamente está activo entre Castilla La Mancha, Extremadura, Aragón, Valencia, La Rioja, Castilla y León, Galicia, Navarra y Canarias. Este es el motivo por el que el ciudadano no puede acudir a ninguna farmacia del resto de comunidades con una receta electrónica.

Cuando el Ministerio de Sanidad puso en marcha el proyecto de interrelación sanitaria, anunció que el sistema se implantaría a lo largo de ese año y principios de 2016, "conforme las comunidades vayan preparando sus sistemas para adherirse al mismo, de manera que en un año a partir de su arranque funcione en toda España". Un plazo que no se cumple y que provoca la inoperancia del proyecto.