"Los canarios tendremos que acostumbrarnos" a las microalgas, que cada vez serán más frecuentes por el calentamiento global, y sobre las que no hay evidencia científica de que estén relacionadas con aguas residuales. Este es el último mensaje lanzado por el Gobierno de Canarias para frenar la alarma que ha causado desde el pasado junio la aparición del afloramiento masivo o "bloom" de microalgas, una especie de cianobacteria denominada Trichodesmium erythraeum.

El anuncio proviene de los directores generales de Salud Pública y Protección de la Naturaleza, José Juan Alemán y Jesús María Armas, durante una rueda de prensa celebrada ayer específicamente para desmentir las sucesivas informaciones que alarman sobre el riesgo para la salud que puede causar el fenómeno.

José Juan Alemán fue tajante al respecto: la percepción de riesgo es "desproporcionada y carece de fundamento", ya que se trata de una coyuntura oceánica, que desaparece cuando cambian las condiciones meteorológicas, producida por el calentamiento global, cuyos efectos no tienen ninguna relación con el brote de hepatitis A, registrado también en otras comunidades autónomas y el resto de Europa.

Los responsables instituciones explicaron al detalle las causas de la aparición del afloramiento. La citada especie de cianobacteria -capaz de realizar la fotosíntesis- es un fenómeno natural en el ecosistema marino que se produce cuando coinciden varios factores: el aumento en la temperatura del mar, en este caso de medio grado centígrado, la calma marina que ocasiona una estratificación, la irradiación solar y el aporte de nutrientes que produce la calima o polvo sahariano.

En un afloramiento, las cianobacterias se presentan en grandes masas flotantes en el agua, de color pardo/marrón verdoso, de aspecto oleoso, formando natas y ocasionalmente espumas, que por su aspecto se pueden confundir con aguas residuales.

En cuanto a sus efectos para la salud, según explico el director de Salud Pública, pueden producir un cuadro de irritación leve con dermatitis por contacto. Por ello, Sanidad recomienda no bañarse en un lugar de afloramiento, pero sí puede hacerse en otra zona del mismo litoral en la que no estén las citadas cinobacterias. Al respecto, José Juan Alemán indicó que el sistema sanitario de las islas no ha constatado ningún aumento de afecciones de la piel desde la aparición de las microalga.

En la rueda de prensa monotemática también intervinieron el doctor Emilio Soler, taxónomo e investigador del Banco Español de Algas, Rogelio Herrera, técnico del Servicio de Biodiversidad de la Viceconsejería de Medio Ambiente y doctor en Ciencias del Mar, y María Luisa Pita, jefa de Servicio de Sanidad Ambiental. Todos coincidieron en el mismo mensaje: "no hay riesgo para la salud".

Emilio Soler precisó que las cianobacterias no están incluidas en la lista de especies tóxicas de microalgas de la Unesco. Rogelio Herrera puntualizó que si el "bloom" fuera un problema de aguas residuales habría afloramientos de este tipo todos los veranos en los mismos lugares de las costas del archipiélago. Y finalmente, María Luisa Pita aconsejó a que los canarios se "familiaricen" con este tipo de eventos, que formarán parte de nuestras vidas y que ahora ha irrumpido con fuerza inusitada. "Va a seguir con nosotros hasta que cambien las condiciones y habrá que esperar a que se vaya como llegó", agregó.

El pasado martes, el propio consejero de Sanidad reclamaba precaución en las aseveraciones que se realizaban sobre el fenómeno por el "terrible daño" que causaban al turismo de Canarias. José Manuel Baltar se refería en ese momento a diferentes noticias publicadas en periódicos nacionales, que destacaban la aparición de algas "tóxicas" en Canarias, y que, en su opinión, perjudican la reputación de las Islas.

Han pasado 50 días desde que comenzó este episodio, en los que el Gobierno ha estado informando "ininterrumpidamente" sobre las características del fenómeno natural y su falta de toxicidad.