Como un enviado especial de los caprichos del destino llegó ayer a Santa Cruz de Tenerife la fragata Libertad después de dejar Barcelona justo un día antes del atentado terrorista. "La noticia nos pilló ya en la travesía hacia Tenerife y no podíamos creerlo", comentaban los cadetes que habían paseado por las Ramblas ajenos a la barbarie que iba a tener lugar en cuanto su barco zarpara. El Puerto de Santa Cruz de Tenerife acogió ayer una nueva escala del buque escuela de la Armada argentina, que arribó a la Isla en su XLVI Viaje de Instrucción bajo la comandancia de Fernando Maglione. Libertad inició el actual viaje de instrucción en Buenos Aires el pasado 25 de marzo, habiendo recalado antes de llegar a Tenerife en 11 puertos en enclaves americanos y del norte de Europa como Charleston, Veracruz, Southampton, el puerto sueco de Malmö y, finalmente, Barcelona. El gran velero permanecerá hasta las ocho de la tarde de este sábado, siendo precisamente el puerto tinerfeño la última instalación europea que tocará la fragata Libertad en esta travesía.