La aerofobia es un trastorno duradero, que de no tratarse no solo puede afectar a la salud de la persona durante décadas sino que además es una de las fobias que se convierten en invalidantes, es decir, que "impiden realizar actividades cotidianas con normalidad". Así lo expone el catedrático de Psicología de la Universidad de La Laguna (ULL), Juan Ignacio Capafons, quien añade que en Canarias, aunque las cifras de personas afectadas son similares a las del resto del país, "es un problema mayor debido a la insularidad".

"Parten de una emoción muy potente que es el miedo frente a la supervivencia", asegura el catedrático lagunero quien comenta que hay varios tipos de causa por las que las personas desarrollan este tipo de fobias. Entre ellas, destaca la existencia de una experiencia traumatizante previa vinculada con los aviones también puede provocar un miedo a volar.

En ese sentido, Capanfos explica que cuando su grupo de investigación empezó a trabajar en la aerofobia en los 90 "la mayor parte de las personas que llegaban tenían perfectamente identificado el inicio del problema: el accidente de 1977 en Los Rodeos, en el que muchos estuvieron colaborando".

"En otros casos se da un sentimiento o pensamiento de predisposición al miedo, como por ejemplo generado a través de un sueño en el que algo malo va a pasar durante el trayecto", añade el profesor de la ULL, quien alude a este origen como una "anticipación del peligro".

A ellas se suma las causas desconocidas: "Se han registrado casos de personas con fobia a volar que nunca se han subido a un avión", asegura el psicólogo quien admite que "en estos casos suele ser menos grave y por lo tanto se puede intervenir bien".

Al respecto, el profesional reitera que ante una fobia de este tipo lo importante es recurrir a terapia aunque admite que "en determinados casos en los que la fobia no es excesivamente grave, se pueden solventar con los cursos que ofrecen diferentes compañías aéreas que están supervisados por profesionales". Se refiere a personas que "lo pasan francamente mal", porque a juicio del experto cuando se trata de un trastorno o fobia más grave, de incapacidad, lo mejor es acudir a terapia directamente".