Frenar los accidentes en carretera por la distracción del conductor, es el principal objetivo de la investigación e innovación que se desarrolla actualmente en el ámbito del transporte y de la seguridad vial. Así lo expuso Felipe Jiménez, director de la Unidad de Sistemas Inteligentes del Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (Insia) de la Universidad Politécnica de Madrid y coordinador de la Red Temática de Vehículos Inteligentes (Retevi) que celebra desde ayer y hasta hoy en el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología de la capital grancanaria una reunión científica con la colaboración de la ULPGC.

"Los avances van dirigidos a descargar al conductor de tareas repetitivas que por fatiga, distracción o imprudencia pueda realizar mal. Intentamos reducir esas tareas que son muy repetitivas con tecnología que permite el mantenimiento del vehículo en el carril, de la velocidad, de la distancia con otros coches o la detección de algún obstáculo que un conductor distraído no percibiría de forma adecuada", indicó Jiménez

El investigador de la UPM apuntó que estos avances contribuirán a disminuir los accidentes de tráfico. "Según vamos reduciendo la carga de trabajo del conductor, evidentemente los coches serán más seguros. No vamos a evitar el 100% de los accidentes porque siempre puede pasar cualquier imprevisto, pero las estadísticas dicen que el factor humano está presente en el 90% de los accidentes, sólo o combinado con otros factores, y si eliminamos muchas de las tareas del ser humano, ese 90% se va a reducir de forma considerable".

Respecto a la situación actual de la I+D+i en vehículos autónomos, Felipe Jiménez adelantó que en el ámbito de la investigación se está llegando a niveles de automatización muy altos (tres y cuatro) donde el conductor casi no tiene que supervisar las funciones del vehículo; pero en el mercado dichos niveles son muy inferiores (uno y dos), y de momento toda la responsabilidad recae sobre el chófer.

"Las empresas están apostando por ello, de hecho muchos fabricantes aseguran que dentro de unos cinco años ofrecerán un vehículo nivel cuatro que prácticamente pueda hacer una ruta Madrid-Barcelona de forma completamente autónoma y casi sin supervisión por parte del conductor. Eso hay que verlo, de momento existen problemas legales y técnicos, pero están en esa carrera".

Actualmente hay vehículos de nivel dos de autonomía en el mercado, que se mantienen en el carril, la distancia con otros coches y la velocidad. "Pasar a un nivel tres significa que muchas de estas tareas el conductor no tendría que supervisarlas, y en ese sentido hay prototipos, de hecho ya existe legislación para que se puedan probar ese tipo de sistemas, y los fabricantes prevén que a mediados de la década de los 20 tendremos un vehículo nivel cuatro. Pero si pensamos en un coche autónomo que hace todo, donde el conductor sólo tenga que poner el destino y se pueda manejar en cualquier entorno, entonces hablamos más allá de la década de los 30".

El investigador del Insia asegura que aún se tiene que trabajar en pequeñas dificultades que se van planteando a medida que se avanza en los sistemas de autonomía. "Nos encontramos con problemas que pueden parecer muy tontos, pero para un sistema automático resulta complicado, como por ejemplo, gestionar dos vehículos autónomos en una rotonda con tráfico denso", subrayó.

Javier Sánchez, investigador de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y miembro de la Red Retevi, destacó las líneas de investigación que se desarrollan en la ULPGC, dirigidas fundamentalmente a la conexión entre vehículos, y sistemas de simulación y predicción del tráfico.

"Desarrollamos parte de los proyectos que son necesarios para poder avanzar en la investigación en el campo de los vehículos inteligentes. Por ejemplo, en el diseño de sensores necesarios para tener una imagen precisa de lo que hay alrededor del vehículo, incluido el propio coche en movimiento. Esa información se procesa para poder entender lo que está sucediendo y actuar modificando la trayectoria del vehículo o la velocidad. Y si hablamos de un entorno de vehículos conectados, también trabajamos en la capacidad de mandar un mensaje a la red, comunicando que hay una incidencia delante del vehículo para que el resto de coches actúen en consecuencia".

Investigadores del Instituto Universitario de Ciencias y Tecnologías Cibernéticas (Iuctc) y del Centro de Innovación para la Sociedad de la Información (Cicei) de la Universidad de Las Palmas trabajan en la Red Temática de Vehículos Inteligentes, financiada por el Ministerio de Economía y Competitividad. "Aportamos nuestro grano de arena en elementos de esa cadena, sobre todo en percepción, donde muchos investigadores de la ULPGC trabajan en Inteligencia Artificial".

También destacan en el procesamiento de la información en planeamiento de rutas; en la simulación del tráfico, predicción de atascos... "Son aspectos esenciales en este ámbito porque el paradigma de vehículo inteligente está cambiando a un vehículo conectado, que necesita información de la red, y esa red debe ser capaz de generar modelos predictivos de la situación en un futuro cercano", subrayó el investigador Javier Sánchez.