La osa Basi, el panda gigante más viejo del mundo que vivía en cautividad y estrella del zoo de Fuzhou (sureste de China), murió a los 37 años, lo que equivale a más de 100 años humanos, informó ayer la agencia estatal de noticias Xinhua.

El director del centro de Investigación e Intercambio de Pandas del Estrecho de Fuzhou, Chen Yucun, explicó que Basi murió por múltiples enfermedades padecidas desde junio, como cirrosis y patologías renales. "El cuerpo se expondrá en el Museo de Basi, que está siendo construido para que la gente la recuerde siempre y comparta el espíritu del desarrollo en armonía entre los seres humanos y la naturaleza", afirmó Chen. La osa más famosa del país, inspiración para la mascota de los Juegos Asiáticos dePekín en 1990, nació en libertad en 1980, pero fue rescatada a los cuatro años de de un río helado en la provincia de Sichuan, suroeste de China.