"Tiene montón de ganas de aprender", resume el director del nuevo colegio de Malena, nombre ficticio de una niña grancanaria de siete años con historial de absentismo escolar. La pequeña comenzó el lunes el curso, justo una semana después que el resto de sus compañeros, gracias a la intervención de la Sección de Menores de la Fiscalía de Las Palmas ante el Gobierno de Canarias por la imposibilidad legal de su tía materna para tramitar el traslado de centro educativo como mera guardadora de hecho.
En este contexto, el director del centro, cuyos nombres también se omiten como protección del derecho a la intimidad de la menor de edad, considera que Malena "se adaptó bien al grupo" de estudiantes del colegio público, situado en el arrabal de la capital grancanaria. A su juicio, "lleva bien los cambios, sin nada de angustia, no aparenta estar incómoda, sino tranquila".
Aunque por edad correspondía incorporar a la niña en el segundo curso de educación primaria, la escuela decidió integrarla en la clase de primero al considerar que, "es una alumna muy absentista con, aparentemente, dos años de desfase" en sus conocimientos. "No quisimos agobiarla con una prueba inicial los primeros días", añade el docente antes de mostrar cautela por disponer todavía de una "visión muy sesgada de la niña" tras apenas dos jornadas.
Por ello, el responsable del centro solicitará hoy el expediente escolar de Malena a su anterior colegio para poseer un panorama completo con el objetivo de "no tropezar en los mismos errores". A partir de ahí, el centro aplicará el plan de apoyo existente, el programa Caixa Proinfancia de acuerdo a su web, "para conseguir que se ilusione con su potencialidad"y, posteriormente, valorará su incorporación al curso propio de su edad.
De momento, el responsable del centro de educación infantil y primaria ya define como "ilusionante" la receptividad mostrada por Malena al aprendizaje. En definitiva, "estoy positivamente sorprendido", subraya el director sobre una niña que apenas sabe leer y escribir por sus continuas ausencias al aula, detectadas por personal de la Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias en los dos últimos centros donde se matriculó.
Durante el pasado curso, la menor faltó a clase desde principios de mayo, cuando una denuncia de su abuela por abandono de familia, violencia doméstica, maltrato y lesiones se saldó con la detención de su madre y la posterior orden de alejamiento durante la tramitación de la causa judicial. A mitad de agosto, los asistentes municipales propusieron a la Consejería de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno de Canarias la declaración en desamparo de la menor, paso previo a su acogimiento en familia extensa (propia) o ajena para evitar su ingreso en un centro de atención a menores.
"El sistema es excesivamente lento para situaciones peliagudas", admite el director del colegio público sobre las dificultades de la guardadora de hecho para trasladar a Malena al centro educativo más próximo a su domicilio actual. Pese a la cercanía, la niña ya disfruta también del servicio de comedor, a la espera de participar pronto en las actividades extraescolares vespertinas, y muestra "una dinámica de patio buena" gracias a la designación de algunos alumnos como "amigos tutores", que también ejercen como guías por todas las dependencias del centro.
"Sí, ya tiene una buena amiga", coinciden desde su familia de acogida antes de considerar "fantásticos" los primeros días de Malena en su nuevo colegio, al que acude "súper contenta". El efecto positivo del regreso a la rutina escolar "se nota en apenas dos días" después de meses sin acudir a clase, como "un perrito encerrado en casa", valoran desde su actual domicilio.
Aunque reconocen que recién comienza "un proceso lento", miembros de la familia confían en que se integre en el centro y equipare su formación a los niños de su edad, porque "es bastante despierta, una chica lista". Sin embargo, "aquí no acaba esto, no es fácil, pero pelearemos hasta dónde haga falta", concluyen desde el hogar de acogida de Malena, donde ya contactaron con la Asociación de Familias Acogentes de Canarias (Asfaca) para lograr asesoramiento durante el restante proceso administrativo. De momento, Malena, al menos, ya volvió al colegio.
