La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Universidad

La ilusión por enseñar no se jubila

Juan José Cabrera y Jesús Pérez continúan como catedráticos eméritos tras más de cuatro decenios de trayectoria

Juan José Cabrera Galván y Jesús Pérez Peña recibieron ayer la distinción como catedráticos eméritos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) en la apertura oficial del curso académico 2017-18. Durante el acto en el paraninfo de la sede institucional, el rector, Rafael Robaina, también reconoció los años de servicio de otros 40 jubilados del centro de enseñanza superior, tanto personal de administración y servicios como de docencia e investigación.

Tras desear felicidad en su nueva etapa vital a los retirados de la comunidad universitaria durante el pasado curso, el máximo responsable de la ULPGC agradeció a los compañeros que continúan un tiempo más en calidad de eméritos y honoríficos su "compromiso con la institución, a partir de ahora, en cometidos distintos y ajustados a su nueva figura". En tareas como la formación en la Escuela de Doctorado o en la programación del Aula de Cultura Manuel Alemán, "seguro se verán implicados porque sabemos de su disposición permanente a colaborar", destacó Rafael Robaina durante su discurso de apertura del curso.

Efectivamente, tanto Jesús Pérez Peña (Fuerte del Rey, Jaén, 1947), profesor en el departamento de Química de la Facultad de Ciencias del Mar, como Juan José Cabrera Galván (La Oliva, Fuerteventura, 1947), del área de Morfología en Ciencias de la Salud, coincidieron en pronunciar la palabra "ilusión" para definir el inicio de su última etapa universitaria. Después de 46 años, todavía tengo la sensación de que me quedan cosas por hacer, siempre que me encuentre con fuerzas para seguir adelante, intentaré devolver a la universidad parte de lo que me ha dado en los últimos años de actividad, partiendo de la ilusión por la formación de los estudiantes porque en las tesis se cumple la doble misión de la docencia y la investigación a la vez", argumentó Pérez Peña, que además de apoyar a los futuros doctores también dirige el Aula Manuel Alemán.

Al igual que su colega, Cabrera Galván prolongará su actividad universitaria "mientras tenga ganas e ilusión" con el límite marcado por el reglamento académico para los catedráticos eméritos, tres años prorrogables por un periodo idéntico. "Ante la alternativa de viajar por todo el mundo, que tampoco está mal, me queda la necesidad de cumplir el deseo de hacer algo por la gente, por los jóvenes profesores o por la Escuela de Doctorado", añadió Juan José Cabrera, exdirector de Morfología y exvicepresidente del Colegio de Médicos de Las Palmas, antes de considerar su principal contribución a la vida académica durante cuatro decenios la transmisión del "espíritu universitario" a sus alumnos.

También Jesús Pérez, vicerrector de Investigación durante dos años y de Ordenación Académica y Profesorado otros cuatro ejercicios durante la etapa de Francisco Rubio al frente de la ULPGC, situó a los estudiantes como centro de sus 45 años de trayectoria profesional: "Me han enriquecido personalmente y son los llamados a ser el motor de la sociedad".

Los nuevos catedráticos eméritos participaron en el proceso de constitución de la ULPGC, finalizado en 1989 tras una "lucha grande y necesaria. Es un bien en el sentido absoluto del término, para la sociedad de la provincia y de todo el Archipiélago, el acceso a la enseñanza superior de muchísimos jóvenes ha sido posible gracias a la creación de la ULPGC", según Pérez Peña, también candidato a rector en 2007. Para Cabrera Galván, "fue un boom extraordinario, ha valido la pena la universidad".

Parafraseando la lección inaugural de Manuel Lobo, exrector y catedrático en Historia Moderna, continúan en las aulas universitarias dos viejos profesores, "que no es lo mismo que un profesor viejo (una situación a la que lamentablemente puede llegarse siendo aun joven). Incólumes ante los embates del desánimo docente de nuestro tiempo, también con permiso de Lobo, Juan José Cabrera Galván y Jesús Pérez Peña no se jubilan porque, según sentenció el catedrático andaluz, "la universidad es nuestra madre desde el punto de vista académico y profesional y hay que estar a su lado siempre".

Compartir el artículo

stats