Giorgio Armani presentó ayer en Milán sus propuestas para la primavera/verano de 2018, donde la mujer que vista sus modelos podrá llevar el color casi sin límite, tras los tonos pastel que el diseñador mostró en Londres. La tercera jornada de desfiles de la semana de la moda en Milán (norte de Italia) vio en las últimas propuestas de Armani una explosión de color, por un lado, y de chaquetas declinadas en todo tipo de cortes, pensadas para satisfacer a cualquier clienta.

Las 74 modelos femeninas y los dos masculinos pasearon por la pasarela creaciones susceptibles de llevarse en cualquier momento: faldas amplias, fruncidas, asimétricas, por encima de la rodilla, con estampados retro y otros brillantes, o con flores que homenajean a la primavera.

Para ellos vuelve el corte amplio en los trajes, en grises, con largos de chaqueta que tienden al corto y pantalones que quedan a la altura del tobillo y van con o sin vuelta.

La noche de la mujer, sin embargo, será para Armani el reino del negro, con pantalón también hasta el tobillo y algún guiño al color, en diseños que rinden homenaje a la geometría y que permiten, además, exhibir materiales con brillo.

Tod's, que inauguró la jornada, elogió el estilo italiano, con modelos que se desplazan por la costa de esta península y se rinden al "italian dream", título que resume la colección. Escenas de la icónica película El talento de Mr. Ripley dirigida por Anthony Mingella en 1999 difundieron ese estilo sobre la piel de Gwyneth Paltrow y Jude Law, ya desde antes del comienzo del evento en pantallas estratégicamente situados. La piel salpica toda la propuesta de la firma, que transmite el gusto por el lujo cotidiano, simbolizado desde la apertura por Kendal Jenner, con un conjunto de pañuelo de seda colgado del cuello como top y con pantalones capri blancos.