El enjambre sísmico que comenzó el pasado sábado en la zona de Cumbre Vieja, en la isla de La Palma, ha cesado su actividad. Tras un estudio pormenorizado de los datos de las diferentes estaciones de medición se han detectado al menos 235 terremotos desde el sábado hasta el lunes, momento en el que paró la actividad. De estos, el Instituto Geográfico Nacional ha localizado ya 75 seísmos. El resto son tan pequeños, según detalló Itahiza Domínguez, sismólogo del IGN en Canarias, que no han podido ser localizados.

"No podemos sacar una conclusión con los datos que tenemos pero todo apunta a que no será la misma situación que en El Hierro", confirmó el experto quien aseguró que no se ha producido ninguna deformación del terreno como sí ocurrió con Tagoro. "Esta es una cosa completamente distinta", remarcó. Sin embargo, también asumió que esta es la primera vez que se produce un enjambre sísmico de estas características en La Palma, lo que obliga a "estar atentos".

En ningún caso los temblores fueron detectados por la población así que esta situación puede haberse producido con anterioridad pero no se ha contado nunca con la red de vigilancia que hay ahora instalada en La Palma. "Lo que sí podemos tener claro es que estos en al menos los últimos 15 años nunca había pasado", reiteró Domínguez. De esta forma, recordó que el pasado mes de mayo, tal y como adelantó la opinión de tenerife, el IGN amplió sus estaciones de medición en la Isla Bonita para incrementar su presencia en la zona y recabar datos con mayor precisión, variedad y certeza. A toda esta nueva instrumentación se une una nueva estación sísmica que se colocó ayer tras el enjambre del pasado fin de semana y dos nuevas que se instalarán durante los próximos días.

Nunca La Palma ha estado tan vigilada desde el punto de vista sísmico. El IGN ha enviado dos equipos a la zona para realizar las mediciones. "En caso de que alguna estación falle siempre tenemos el apoyo del resto", confirmó Domínguez. Además, se cuenta con instalar al menos una antena GPS, más las cuatro que ya funcionan, y realizar diferentes campañas de medición donde se incluye la observación de las aguas subterráneas. Ahora toca estudiar todos los datos y estar pendientes de si esos seísmos continuarán, como ocurrió en El Hierro, o si paran ahora como todo parece indicar.