1El Instituto Geográfico Nacional (IGN) registró ayer al suroeste de Tenerife un terremoto de magnitud 4 que fue sentido por la población en algunos municipios de la Isla, tanto en la zona Sur como también en diferentes localidades del Norte como Puerto de la Cruz o Los Realejos e incluso en algunos núcleos de La Gomera como el municipio de Vallehermoso.

El seísmo tuvo lugar a las 06.38 horas, a 25 kilómetros de profundidad y a unos ocho kilómetros de la costa de Los Cristianos, en Arona. Debido al fuerte temblor, el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112 recibió múltiples llamadas de vecinos de Adeje, Arona y San Miguel para informar de que habían sentido el terremoto desde sus viviendas, si bien no se produjeron daños ni personales ni materiales.

A esto se une que tan solo 20 minutos después, a las 06.58 horas (siempre hora canaria), el IGN volvió a registrar un nuevo terremoto en la misma zona aunque esta vez de menor magnitud (1.5) pero a tan solo 18 kilómetros de profundidad (siete menos que el primero). En esta segunda ocasión, el movimiento no fue sentido por la población dada su menor intensidad.

"En realidad no es un terremoto de una gran magnitud", valoró Itahiza Domínguez, sismólogo del IGN en Canarias. Sin embargo, la escasez de fenómenos de este tipo en el Archipiélago y sobre todo teniendo en cuenta que ha sido sentido por la población, repercute en que el seguimiento que se haga de él sea mayor, tanto por parte de expertos como desde el punto de vista del ciudadano.

"En el mundo cada día hay terremotos que son de mayor magnitud, de cinco para arriba, y no ocurre nada", reiteró el experto, que ayer se encontraba en La Palma para supervisar el trabajo de nuevas estaciones de medición en la Isla con motivo del enjambre sísmico que comenzó el pasado sábado y que "no tiene ningún tipo de relación con el terremoto de Tenerife", añadió.

Intensidad

Según el IGN, el temblor de magnitud cuatro de las 06:38 horas tuvo una intensidad de hasta tres puntos en una escala del uno al diez. Esa valoración es que la que realizan desde el instituto analizando los datos que aportan los ciudadanos que aseguran sentir el movimiento sísmico. Responden a diferentes cuestiones que se analizan en función de si la persona estaba sentada o de pie o si se localizaba dentro o fuera de un edificio, entre otras cuestiones que valora el IGN.