Con lo puesto. Así se ha quedado la colombiana Claudia Bernal, afincada en Tacoronte desde hace 18 años, después de que Latino Viajes, una agencia de viajes fantasma, la dejara plantada en el aeropuerto. "Mis hijos no tienen dónde dormir ni qué comer. No tienen ropa y no van al colegio. Estoy desesperada", relata Bernal con preocupación al otro lado del teléfono. La víctima de esta estafa vendió todo lo que tenía para regresar a Colombia. Confió 1.700 euros y sus esperanzas de un futuro mejor a esta página web que, como ella misma ha comprobado, no existe. "Solo quiero recuperar mi dinero", asegura Bernal.

La colombiana, tal y como adelantó Radio Club Tenerife, no es la única afectada por esta agencia. En la dirección que aparecía en la página web de la empresa -que desapareció poco después de que saltara a la luz la noticia- está en Palma de Mallorca, pero allí no hay ninguna agencia si no un local de coworking. "Cuando llamé me dijeron que varias personas habían pasado por el negocio por el mismo asunto. Les pedí que les dieran mi contacto para ver si podemos formar un grupo y contabilizar los efectos reales de esta estafa", explica Bernal.

Su situación

La historia de esta isleña de adopción empezó hace unos meses cuando tomó la decisión de abandonar la Isla y volver a su país natal. "Ahora mismo no tengo trabajo, Extranjería no me renueva los papeles y mi marido apenas gana 40 euros", detalla. Sin familia en Tenerife, Bernal pensó que lo mejor era regresar con su tío en Colombia, dónde tendría un hogar y sus hijos, de 10 y 7 años, podrían ir al colegio. "Vendí todo lo que tenía en la casa para conseguir el dinero del billete", sostiene.

Cuando reunió lo necesario, Bernal comenzó a buscar vuelos. "Me pasé tres días rastreando todas las opciones", recuerda. Entre todas las agencias que visitó estaba Latino Viajes. "Les mandé mis datos y en unos días se pusieron en contacto conmigo para decirme que había un billete para la fecha que quería y al precio que necesitaba", añade. La convencieron. "Los vuelos eran directos así que no me lo pensé mucho y les hice el ingreso", sostiene.

La agencia de viajes fantasma le envío a Bernal las reservas de su vuelo. Todo parecía estar en orden hasta que la colombiana llegó al aeródromo tinerfeño el pasado fin de semana. "Cuando fui a coger el vuelo me dijeron que no estaba en la lista. No había ninguna reserva a mi nombre y me vi tirada en el aeropuerto con mis hijos", relata.

Bernal explica que se puso en contacto con la empresa de inmediato. "Me contestaron vía whatsapp y me dijeron que me recolocaban en otro vuelo pero yo solo quería mi dinero", sostiene. Después de esa conversación, la agencia no le ha dado más respuestas a Bernal. "No cogen el teléfono y los mensajes no llegan", agrega. No obstante, la isleña cuenta con una cuenta bancaria -donde realizó el ingreso- que puede ayudar a dar con los autores. "Tengo todas las conversaciones guardadas y algunos datos que pueden servir en la investigación", apunta.

La Policía ya tienen conocimiento del caso de Bernal, también el Ayuntamiento de Tacoronte a donde la colombiana ha ido a pedir ayuda. "Me dicen que solo me pueden dar un vale de 70 euros para comida", asegura. No es suficiente. "Mis hijos están durmiendo en el suelo, no tengo ni cubiertos, no sé qué voy a hacer", concluye Bernal.