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Salud

Los problemas de circulación afectan a ocho de cada diez mayores de 65 años

Las obstrucciones en las arterias son más frecuentes en los hombres que en las mujeres

Una mujer mayor haciendo manualidades. LP/DLP

Ocho de cada diez mayores de 65 años sufren algún problema de circulación en sus vasos sanguíneos. De esta forma, prácticamente el 85% de las personas de edad avanzada tiene o ha tenido algún síntoma de aterosclerosis, el endurecimiento de los vasos sanguíneos, en especial de ciertas arterias, por diferentes razones. La principal causa es la acumulación de grasa.

Hoy se celebra el Día Mundial de la Trombosis, cuando se forma un coágulo de sangre en el interior de un vaso sanguíneo. De no detectarlo a tiempo las consecuencias pueden ser irreversibles para la persona que lo sufre. La trombosis puede aparecer en cualquier arteria del cuerpo pero predomina en localizaciones como las arterias coronarias, que van hacia miembros inferiores y la arteria carótida.

Dependiendo en cualquier caso de donde se produzca ese trombo, esa acumulación de sangre, se puede producir un infarto cerebral o un infarto de miocardio, entre otras consecuencias. En el caso de las piernas o las manos puede también desarrollarse una gangrena que obligue a la pérdida del miembro. La principal dificultad radica en que una complicación puede provocar efectos en el cerebro y en el corazón con muy mal pronóstico.

La mayoría de los casos se detectan en hombres, donde la prevalencia es mayor que en las mujeres. Así es por lo menos en el tramo de edad que abarca entre los 55 y los 65 años. A partir de los 66 o 67 se igualan las cifras de hombres y mujeres que sufren este tipo de problemas.

Para prevenir lo más importante es tener en cuenta cuáles son los factores de riesgo de cada persona. Por lo genera, la población con más opciones de padecer problemas de circulación son la que sufren hipertensión arterial, diabetes, elevación de grasas en sangre (colesterol) y el tabaquismo. "Estos son los factores que predisponen a sufrir una trombosis", detalló José Luis Pérez Burkhardt, jefe de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Universitario de Canarias (HUC).

Una vez que la situación se convierte en irreversible, el tratamiento más eficaz siempre depende del paciente y de cada caso concreto. Siempre debe incluir la desaparición de estos factores de riesgo.

Además de la prevención, la mejor forma de llevar la enfermedad es incluye la ingesta de fármacos a veces formados por compuestos similares a los de una aspirina, u otros que estabilizan la circulación. También, si el paciente y su situación lo permiten, los especialistas pueden intentar realizar un tratamiento que incluya técnicas de cateterismos o incluso con cirugía para intentar destapar esa trombosis.

Alerta

Como normal, según expone el doctor Pérez Burkhardt, la patología del corazón es difícil de prever. Signos de alerta serían la aparición de manchas en la visión, las pérdidas de visión de forma momentánea o sufrir mareos al incorporarse tanto de la cama como de la silla. En cuanto a las extremidades, hay que estar atentos cuando hay cierta dificultad o se sufre dolor en las pantorrillas o los muslos durante la marcha que incluso obligar a la persona que lo padece a detenerse.

El dolor, la frialdad y la palidez tanto en las piernas y pies como en los brazos y manos conlleva muchas veces que el paciente tenga que acudir a urgencias por no poder soportar el dolor que siente a diario. Asimismo, al acudir al médico de cabecera con algunos de los síntomas debe ser el facultativo quien valore y decida cómo se debe proceder.

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