El Hospital Universitario Doctor Negrín acoge la celebración de las XVIII Jornadas de Actualización en Salud Mental, que se prolongará hasta el sábado 21 de octubre. La conferencia inaugural ha tenido lugar de la mano del doctor Julio Sanjuan Arias, titular de Psiquiatría de la Universidad de Valencia y coordinador de la Unidad de Primeros Episodios Psicóticos del Hospital Clínico de Valencia.

Como aspecto relevante de la conferencia, SanJuan Arias destaca la importancia de "la antropología como marco para integrar dos grandes vertientes para entender la salud mental. Hay una que se inclina más en entender al paciente desde los aspectos biológicos y médicos, y otra que versa acerca del aspecto social o psicológico", y añade que "la antropología puede ser la clave para tener un marco de integración".

En cuanto a la influencia de esos aspectos en los tratamientos de salud mental, el doctor resalta que "en este momento, más que nunca, existe una radicalización de los partidarios de un modelo centrado en fármacos y otro bando que plantea todo lo contrario, que se declara anti fármacos". Y explica que "el modelo integrador del que hablamos se centra en cómo favorecer un plan terapéutico que integre ambas cosas , que a su vez nos de un modelo teórico para que esa integración no sea simplemente una práctica, sino que esté enmarcada dentro de una base teórica".

Asimismo, el doctor plantea también en su charla la importancia de entender que la psicoterapia cambia el cerebro. "La psicoterapia no es algo que ocurra en el alma, y también tiene una base biológica. Hemos hecho investigaciones que demuestran que antes y después de la psicoterapia, se produce una modificación cerebral. La idea que defendemos es la necesidad de unir dos polaridades, es decir, el abordaje médico farmacológico con el psicosocial, siempre pensando en el beneficio del paciente a tratar", indica.

Por lo que respecta a las enfermedades mentales más frecuentes en la actualidad, "hay un grupo muy amplio de personas que no son felices y son buscadoras de felicidad, y en ocasiones, se tiende a medicar a individuos que tienen problemas, pero que realmente no necesitan fármacos, sino que es fruto de la poca intolerancia a la frustración". Sin embargo, cuenta el especialista que "existe otro gran grupo con otro tipo de trastornos menores como la depresión leve, trastornos obsesivos compulsivos o crisis de pánico", indica. No obstante, "hay un grupo reducido de trastornos mentales graves, que es donde tenemos que poner más el acento, porque son los pacientes que acaban ingresando y que no consideran que están enfermos", expresa el psiquiatra.