El Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, centro adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha sido este viernes, 20 de octubre, sede del Congreso Europeo de la EORTC (European Organization for Research and Treatment of Cancer) Urology& Oncology Group, organizado por el Servicio de Oncología Radioterápica del centro hospitalario.

Los investigadores de cáncer más relevantes de Europa relacionados, concretamente, con la investigación clínica en cáncer urológico, se han reunido en el Hospital Doctor Negrín con el objetivo de analizar los resultados de los ensayos clínicos en marcha y decidir sobre el inicio de nuevos estudios.

La EORTC es una organización europea de profesionales relacionados con el cáncer, y presidida por Bertrand Tombal, que desarrolla programas de investigación clínica y traslacional para mejorar las posibilidades de curación de esta patología. Con sede central en Bruselas, se trata de un foro de investigación multidisciplinar donde están representadas todas las especialidades médicas relacionadas con el diagnóstico y tratamiento del cáncer. Actualmente, 5.000 investigadores de 35 países desarrollan más de 200 proyectos de investigación clínica en el marco de esta organización.

El profesor Karim Fizazi, del Instituto Gustave Roussy de París, y el doctor Fernando López, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas CNIO de Madrid, son algunos de los expertos que han participado en esta iniciativa.

La reunión de la EORTC en el Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín refuerza la importancia del proyecto Europeo PEGASUS en cáncer de próstata, coordinado por el profesor Pedro Lara, jefe de Servicio de Oncología Radioterápica del centro hospitalario. Además, pone de manifiesto el alto nivel de la atención oncológica gracias al esfuerzo colaborativo de diversas especialidades que trabajan de forma conjunta en el Comité Multidisciplinar de Cáncer.

Precisamente el Negrin es pionero en España en la puesta en marcha, el pasado año de un sistema de GPS que permite localizar el tumor de forma precisa cuando se inicia el tratamiento de radioterapia, por lo que disminuye el número de sesiones y los efectos secundarios.

El primero de los pacientes en someterse a esta técnica fue un hombre de 74 años con cáncer de próstata. Antes de comenzar la radioterapia, los especialistas insertaron en la próstata del paciente, vía transrectal, tres pequeños dispositivos o "semillas" que emiten ondas electromagnéticas a un "satélite" situado encima del paciente. Entre sus beneficios figuran la reducción del número de sesiones de radioterapia; reducción de los efectos secundarios; las molestias intestinales pasan del 16% al 2%; las molestias urinarias, del 16,5 % al 4%; y la disfunción sexual del 12% al 0%.