Entre los problemas educativos que preocupan a la Unión Europea está el abandono escolar temprano. La línea roja está en los 15 puntos y aunque Galicia cumple raspada, no ocurre lo mismo con el resto del Estado. Las leyes han intentado aliviar el problema y entre los remedios que puso sobre la mesa la Ley Orgánica Para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) está la FP Básica, destinada a adolescentes con dificultades para acabar la ESO, a los que se le ofrece la posibilidad de acceder al mundo laboral con un oficio (o a un ciclo de grado medio) tras dos años de formación, e incluso obtener el título de ESO.
Unos 2.300 adolescentes -con 15 o 16 años, en su mayoría- ingresan en estos estudios al año en Canarias desde su implantación, en 2014/15, pero no todos acaban lo que empiezan porque una gran parte abandona. Las enseñanzas de FP Básica "no logran su objetivo básico, esto es, mantener al alumnado en el sistema educativo". Así lo constatan en un artículo en la Revista de Educación las investigadoras María-Carmen Sarceda-Gorgoso, María Carmen Santos-González y María del Mar Sanjuán, de la Universidad de Santiago.
Las autores comparan los alumnos matriculados en primer curso de FP Básica en 2014/15 y los inscritos en segundo en 2015/16, que deberían proceder de primer. Y hallan que más de 1.300 se quedan por el camino en el Archipiélago. La cifra supone un 58,7% menos de matriculados (941 en segundo frente a 2.279 en primero), aunque Canarias no tiene la exclusiva de quienes desisten ya que, según el artículo, "el elevado número de estudiantes" (un total de 19.082 en todo el país) "que desaparecen del primer al segundo año alcanza el 47,82% en todo el sistema educativo".
Al respecto, el director general de Formación Profesional y Educación de Adultos del Gobierno de Canarias, Manuel Jorge, recuerda que este tipo de enseñanzas se implantaron por "imperativo legal" de la Lomce y añade que "pese a la controversia que originó esta enseñanza y la falta de consenso educativo, social y político, el Gobierno de Estado forzó su implantación". A ello se suma, a juicio de Jorge, que la normativa específica que regula la Formación Profesional Básica llegó de forma "tardía".
"Apenas dio un margen de meses para la planificación, un tiempo sumamente escaso para la implantación masiva de esta enseñanza", insiste el director general antes de comentar que "el Gobierno de Canarias interpuso un recurso contra la implantación de la FPB en la anterior legislatura".
Por eso, según Manuel Jorge uno de los motivos que explican la baja promoción en el Formación Profesional Básica en el Archipiélago es "esa precipitación de la implantación" pero además añade que factor vinculante la reconversión de los antiguos Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) para adaptarlos a la nueva enseñanza impuesta por la Lomce.
Reconversión
En ese sentido, el director general de FP y Educación de Adultos explica que el alumnado que cursaba PCPI de un solo año con la idea de obtener un certificado de profesional de nivel 1 y poder prepararse la prueba de acceso de grado medio "se vio obligado a cursar unas enseñanzas de dos cursos académicos y con un nivel distinto de exigencia pues la FPB conduce a titulación". "La Formación Profesional Básica no concordaba con las expectativas de este colectivo que quería una transición más rápida hacia unos estudios de FP de grado medio", lamenta.
Para los PCPI, Canarias disponía de un amplio catálogo de programas con un desarrollo curricular propio y con una configuración diferente según los colectivos de alumnado a los que iban dirigidos. "Con la forzada implantación de la FP Básica, este catálogo se redujo a 14 títulos de los que solo se pudieron implantar 12 especialidades", informa Jorge quien entiende que "supuso una reducción de las posibilidades a las que alumnado podía optar".
Además, el responsable de este tipo de enseñanza en la Consejería canaria de Educación, explica que este problema "se vio agravado" por el hecho de que en el primer proceso de admisión para el curso 2014/15 se creó un sistema de preferencias para el alumnado. "Esta preferencia hacía que prácticamente el alumnado tuviera que permanecer en el centro donde había estudiado previamente si este centro también ofertaba FP Básica o ir a un centro adscrito que tuvieran la etapa dentro de su misma zona educativa", prosigue Jorge.
Este principio de preferencias se diseñó porque la enseñanza, de oferta obligatoria y se quería evitar que el alumnado tuviera que hacer desplazamientos fuera de su área de residencia. "No obstante, se comprobó que esta preferencia suponía una limitación en la capacidad del alumnado de elegir lo que más le interesaba y que el alumnado prefería asumir desplazamientos más largos si podía cursar lo que realmente quería", cuestiona Jorge.
Eso sí, en ese conjunto el dato canario destaca como "particularmente significativo" puesto que es la comunidad autónoma con una mayor reducción, junto a Castilla-La Mancha que registra una caída similar. Con variaciones por encima del 50% también se sitúan la ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (ambas superan el 57%), y Asturias y Andalucía, con un 53% y un 51% menos respectivamente.
La consejería de Educación del Gobierno de Canarias aún no tiene cerradas las cifras oficiales de matrículas de FP, incluida la Básica, del presente curso escolar, a la espera de que concluya el procedimiento extraordinario de inscripción. Eso sí, la oferta de esta modalidad de Formación Profesional incluye un total de 140 ciclos correspondientes a un total de 13 familias profesionales, entre las que se encuentran Administración y Gestión; Hostelería y Turismo; Electricidad y Electrónica; Textil, Confección y Piel; Fabricación Mecánica y Servicios Sociales y a la Comunidad, entre otras. El nuevo tipo de Formación Profesional se imparte en el presente curso 2017/18 en las siete islas a través de 110 institutos de enseñanza secundaria.
