La obstetra y ginecóloga Pilar de la Cueva es coordinadora científica del comité técnico de la Estrategia de Atención al Embarazo, Nacimiento y Periodo Neonatal.
¿Aún es necesario recordar los beneficios de la lactancia materna?
Sí, porque todavía seguimos sin tener suficientes conocimientos sobre el manejo de una lactancia normal de las complicaciones de la lactancia. Las personas que atendemos a las mamás y los bebés en los hospitales muchas veces no tenemos la adecuada formación en lactancia, sobre todo porque interferimos en los procesos normales: en el parto, porque se sigue separando a los bebés en el parto, lo que influye en el retraso del inicio de la lactancia, en su duración futura y en la cantidad de leche que va a producir la madre. Y tampoco sabemos apoyar bien cuando hay dificultades en la lactancia; hoy en día hay más formación en las unidades de Matronas, pero en Medicina no se estudia y los médicos seguimos teniendo aún bastante desconocimiento en este campo. Y además siguen pesando mucho los estereotipos culturales y sociales, en lo que se refiere a las tomas, las cantidades, las frecuencias... No hemos visto a las mujeres de nuestro entorno dar el pecho, tenemos la idea del biberón y aún no tenemos normalizado que las mujeres estén con su bebé de una manera natural en los espacios públicos.
¿Qué hace falta para que esta situación mejore?
A nivel institucional hacen falta protocolos. Y a nivel de atención a la madre desde el embarazo hasta la primera salida con el bebé al centro de salud hace falta que todos los profesionales, desde el médico hasta la matrona, la enfermera, los auxiliares y hasta las personas que limpian y en un momento dado dan un consejo a las mamás, todos tendrían que saber las cosas básicas para no dar mensajes contradictorios a la mujer que acaba de dar a luz. Y habría que trabajar sobre la cuestión social, normalizar los grupos de apoyo a la lactancia que hacen una labor muy importante ayudando a las madres a no ocultarse, a saber cuándo dar de mamar al bebé. Son cosas que parecen superadas, pero lo cierto es que queda mucho por trabajar en cuanto a la normalización de la lactancia como un acto de salud.
Los beneficios de dar el pecho son múltiples...
Sí, tanto para la madre como para el bebé y para el vínculo que se establece entre ambos, que es lo que permite que el hecho de criar sea mucho menos costoso, favoreciendo el enamoramiento entre la madre y el hijo, sobre todo con bienestar. El vínculo tiene repercusiones a largo plazo en el desarrollo psicoemocional del bebé y de la madre. Para el bebé previene las infecciones y las complicaciones respiratorias y en el futuro también influye en cómo tendrá ese bebé el colesterol, la diabetes, el riesgo de cardiopatías, de enfermedades autoinmunes, el cociente intelectual... Y en la madre reduce el riesgo del cáncer de mama, de obesidad y de osteoporosis.
¿Cuáles son las principales dudas de las madres lactantes?
Sobre todo si el bebé se queda con hambre, la frecuencia de las tomas... y también hay problemas de confianza con el propio cuerpo, o de pensar que hay que hacer cosas extra para amamantar, y no es así. Se trata de tener un embarazo normal en el que no hay que hacer cosas complicadas ni preparar a la mamá de ninguna manera. Lo único necesario es que nada más parir se ponga al bebé directamente en contacto con el pecho. La gente cree que hay que hacer cosas complicadas y no es así. Sólo hay que poner al niño en contacto con la madre nada más nacer y darle de mamar cuando lo necesite. Las mamás también tienen miedo a fracasar, y están influidas por los estereotipos: la gente sigue teniendo más información de la calle, de lo que se comenta en la peluquería, que de lo que dicen los protocolos.
¿Hasta cuándo dar el pecho?
Yo creo que la gente que elige una lactancia de larga duración es un regalazo, pero también tenemos que respetar a quienes deciden destetar. Las sociedades científicas dicen que la lactancia como potencial de salud debería extenderse como mínimo hasta los dos años, y después lo que la madre quiera. Antropológicamente está demostrado que esto es así, y no podemos olvidar que resulta muy cómodo dar el pecho durante largo tiempo, es algo que al final te facilita la vida cuando en realidad lo que la gente cree es el estereotipo de que dar de mamar es una carga.
¿Se demoniza a las madres que deciden no dar el pecho?
Sí. Quienes decidimos apoyar la lactancia porque es un acto de salud intentamos rescatar a toda la gente que quiere dar el pecho y no puede por falta de apoyo, por críticas, por consejos inadecuados... pero por supuesto que tenemos que respetar absolutamente las elecciones informadas de las personas adultas. Dar el biberón no hace que falte el amor.
