Canarias se encuentra entre las comunidades autónomas del Estado español que no registra ningún caso de sarampión entre la población. El jefe de sección de Epidemiología y Prevención de la Dirección de Salud Pública del Servicio Canario de Salud (SCS) y presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Amós García, aseguró que "la cobertura vacunal de esta patología en las Islas supera el 95% y no existe ningún caso registrado de la enfermedad ".
No obstante, sí hay un brote de la afección a nivel europeo, de tal modo que "existe una gran epidemia de sarampión en países de Europa, debido a que muchos padres y madres han decidido no vacunar a sus hijos". De este modo, "en países como Italia se han dado más de 7.000 casos de sarampión en lo que llevamos de año, y en Rumanía ronda los 11.000. Ya ha habido, incluso, varias muertes", indicó el experto.
A su juicio, el hecho de que muchos padres rechacen la vacunación se debe, en algunos casos, a la información falsa que hace casi dos décadas difundió Adrew Wakefield, un médico e investigador de Reino Unido, al publicar en la revista británica The Lancet que la vacuna MMR - denominada como triple vírica, y que actúa frente al sarampión, las paperas y la rubéola- estaba asociada con el riesgo de padecer autismo. Además, García afirmó que esta vacuna era la causante de este trastorno que por aquel entonces padecía un grupo de niños a los que se le había suministrado la MMR.
Más tarde, varios estudios demostraron la falsedad de esta relación, lo que llevó a la expulsión de Wakefield del Colegio de Médicos del Reino Unido. "Como muchos niños han dejado de vacunarse, el resultado obtenido es que a día de hoy exista este brote. Lo cierto es que la triple vírica no provoca autismo, en ningún caso, y está claramente contrastado en evidencias científicas", expresó el responsable autonómico de Epidemiología y Prevención, ahora en plena campaña contra la gripe.
Precisamente, el último caso de sarampión registrado en Canarias procedió del exterior, ya que la Dirección General de Salud Pública emitió una alerta a finales del pasado marzo al detectar la enfermedad en un niño de nacionalidad italiana y sin vacunar de visita en Tenerife. Más exactamente, en Puerto de la Cruz, donde el menor presentó síntomas de fiebre alta y exantema un día después de su llegada.
El sarampión es una afección infecciosa, extremadamente contagiosa, capaz de propagarse por diseminación de gotitas suspendidas en el aire o por el contacto directo con los fluidos nasales o faríngeos de la persona infectada. El período de incubación es de aproximadamente diez días después del contagio y antes de la aparición de los primeros síntomas.
La enfermedad se caracteriza por la presencia de manchas en la piel de color rojo, fiebre alta y debilidad. Otros síntomas que pueden darse son la rinitis, la conjuntivitis y golpes de tos, aunque en otros casos se asocia a la gastroenteritis, daños hepáticos y neumonía.
Pero además, la patología puede complicarse produciendo una encefalitis, lo que conlleva el riesgo de provocar déficits neurológicos. En la actualidad no existe tratamiento específico para el sarampión, por lo que el mejor método para evitar el contagio es recurrir a la vacuna.
El SCS sitúa al sarampión como "una enfermedad de declaración urgente". En España, en el año 2001 se puso en marcha el Plan de Eliminación del Sarampión, siguiendo las recomendaciones dictadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el Plan Estratégico para la Eliminación del Sarampión en la Región Europea.
Además, el sarampión se enmarca dentro del Plan de Salud de Canarias, un documento que contempla que cuando un médico detecte o sospeche de un caso de esta patología debe ponerse en contacto con la Sección de Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública.
