Acceder a una plaza de profesor titular o de catedrático en la universidad española es mucho más complicado desde ayer, 17 de noviembre, fecha en la que Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), el organismo adscrito al Ministerio de Educación, ha implantado los nuevos criterios que deberán completar todos los aspirantes a funcionario y que, de forma general, se han endurecido, sobre todo en lo que respecta a la parte de investigación.
El programa de Acreditación nacional para el acceso a los cuerpos docentes universitarios (Academia) evalúa el perfil de los solicitantes para el acceso a los cuerpos de funcionarios docentes universitarios (Profesorado Titular de Universidad y Catedráticos de Universidad). Estos nuevos criterios, que entraron en vigor ayer para las solicitudes que se presenten a partir de ahora, aspiran a conseguir, según la Aneca, "una evaluación más equilibrada en los aspectos cuantitativos y cualitativos de los méritos de los solicitantes, permitiendo una valoración más justa y ponderada de la docencia e investigación del profesorado universitario".
Sin embargo, el cambio es tan drástico que ha provocado el malestar y la frustración de muchos profesores que ven como el endurecimiento de los requisitos va a alargar de forma considerable, la ya dura y larga carrera del docente universitario. Incluso aseguran que estamos ante un agravio comparativo respecto a los acreditados anteriormente. "Hay personas que ya están acreditadas para catedrático que ahora no conseguirían esa acreditación, incluso algunos ni siquiera conseguirían la acreditación como Titular de Universidad con los nuevos criterios, porque la forma de evaluar y la cantidad de méritos que exigen es muchísimo más duras, es un agravio comparativo muy grande. No es lógico que gente que se podía acreditar hace dos años, ahora les faltaría muchísimos méritos", señalan investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).
Los méritos valorables para el proceso de acreditación son: por actividad investigadora; por actividad docente; por transferencia de conocimiento y experiencia profesional; en experiencia en gestión y administración educativa, científica y tecnológica; y méritos de formación. Las comisiones valorarán, principalmente, la actividad investigadora y docente, mientras que las demás categorías lo serán para compensar insuficiencias no graves en estas dos dimensiones.
A este respecto, el cambio más brusco se lleva a cabo en la parte de la investigación. Como ejemplo, los sexenios en investigación, que es lo que mide la experiencia, tendrá menos peso frente al número de publicaciones científicas en revistas de impacto.
"Los sexenios para catedráticos que antes tenían mucha importancia, ahora prácticamente no tienen ninguna. Están cambiando las reglas del juego a mitad de partido y eso no puede ser así porque todos buscamos la estabilidad laboral, y vamos asfaltando el camino hacia esta dirección. Hemos ido adquiriendo los méritos que el Ministerio nos pide según van avanzando los años en nuestra carrera investigadora y docente que es muy larga, y cuando estás casi ahí, ahora te dicen que muchas cosas ya no valen", se quejan profesores de la ULPGC.
También denuncian que en los nuevos criterios se dan incongruencias, como es el caso de que se da mucho valor a proyectos de investigación con grupos nacionales e internacionales, pero sin embargo no cuentan los artículos que firman muchos autores. "Si trabajas en un proyecto de investigación europeo o internacional, lógicamente los trabajos lo van a firmar mucha gente. Con lo cual estas premiando y castigando el mismo mérito a la vez y eso no tiene lógica", subrayan.
Consenso
También existe malestar porque apenas ha habido cambios con respecto al borrador que anunció la Aneca hace un año con los requisitos, y que fue rechazado por los sindicatos universitarios y los rectores, que ya entonces alertaron de su endurecimiento.
Hasta hace dos años, los criterios para ser Titular de Universidad o Catedrático de Universidad, eran más flexibles, menos exigentes, y más subjetivos. Hace un par de años la Aneca anunció que se iban a cambiar y desde entonces dejaron de recibir solicitudes para la acreditación. En noviembre de 2016 se publicaron los nuevos criterios de acreditación que provocaron numerosas protestas, y entonces se inició una serie de negociaciones con sindicatos y representantes del PDI para intentar acordar unos criterios más consensuados, pero finalmente parece que no ha cambiado casi nada.
"Nos parece bien que los quieran objetivizar y mejorar la calidad de los requisitos para convertirte en profesor titular o catedrático de universidad, pero no así. No se puede cambiar las reglas del juego de repente, debería ser de forma gradual y consensuada. El malestar en nuestra Universidad es generalizado, muchos compañeros que aspiraban a la acreditación, ya sea a titular o a catedrático, están frustrados, porque con los criterios antiguos llegaban de sobra para conseguir la acreditación, pero con los nuevos están más lejos de conseguirlo. Eso supone un esfuerzo mucho más grande, de muchos más años de trabajo y genera mucha frustración".
