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Entrevista a Acerina Ramos

"Un inseguro en una segunda relación con hijos es una bomba de relojería"

"Ella tiene la capacidad de centrarse en sus fines sin conexión emocional con lo que sucede a su alrededor", explica la psicóloga

Acerina Ramos es psicóloga, coordinadora del Experto en Terapias Contextuales de la Universidad de La Laguna y líder del equipo de Terapia Dialéctica Conductual de Canarias, orientado al tratamiento de trastornos de personalidad como conductas suicidas, abuso de sustancias o desórdenes alimenticios. Su experiencia con adultos y adolescentes le permite hablar con conocimiento de causa de los potenciales conflictos de las denominadas familias reconstituidas, segundas parejas que arrastran hijos de relaciones anteriores, y tristemente de actualidad tras el asesinato del pequeño Gabriel Cruz Ramírez presuntamente a manos de la pareja de su padre.

En estos días, y a raíz del asesinato de Gabriel Cruz, se está poniendo el foco en lo que se denominan las "familias reconstituidas". ¿Qué particularidad presentan este tipo de núcleos familiares?

Lo diferente es que hay una familia, unos hijos anteriores que se incorporan a la nueva pareja. ¿Qué es lo que eso implica? Existe la posibilidad de los celos por una cuestión normal de competencia entre los afectos. No es lo mismo que existan hijos en común, donde ambas personas han sintonizado para tener a esos hijos, a que existan hijos de una pareja, un amor, una historia común anterior, y cómo eso se encaja en el nuevo vínculo. Que existan celos no considero que sea problemático por sí mismo, porque son una respuesta natural al miedo a perder beneficios que tenemos o aspectos que amamos. El problema es cuando dejan de ser una simple sensación y pasan a llevarse al plano de la actuación.

¿Qué consecuencias pueden generarse cuando se pasa a ese plano conductual?

Gravísimas. Desde la persona que convive con los hijos de su pareja y que, de forma discriminatoria, tiene una actitud punitiva con esos hijos que no tiene con los suyos, a la pareja que expulsa a los hijos del núcleo, generando lentamente un ambiente negativo que puede incluir manipular al cónyuge para que deje de lado a sus hijos o crear conflictos que hagan que los propios hijos se alejen porque no soportan el ambiente y la carga de agresividad más o menos sutil que se genera. A otro nivel hablaríamos de casos más extremos, de tipo patológico, que pueden derivar en agresión verbal o física o incluso el asesinato.

¿Son habituales estos conflictos?

Dependen mucho del ajuste emocional que tiene el segundo cónyuge. En personas inseguras con poco ajuste emocional, con impulsividad... es una bomba de relojería. Es entendible que una persona que se encuentra con una situación anterior a ella no lo asuma fácilmente, pero no es justificable. No aceptar los hijos de alguien es como no aceptar el brazo de alguien, lo que no puede ser es pretender mantener a esa persona al lado en una relación pidiéndole que se mutile un brazo.

¿El caso de Gabriel Cruz Ramírez y Ana Julia Quezada encaja en esta conflictiviad?

Sí, pero a esto habría que añadirle, según la información que he ido siguiendo, una personalidad psicopática en el caso de ella, lo que implica otro ingrediente más. Ella ha sumado a todo lo que hemos comentado la frialdad que tiene, la incapacidad de ver las consecuencias de lo que ha hecho en alguien con quien tiene una relación tan cercana. Todo esto hace ver que este caso se sale de la normalidad, porque ha habido otros hechos de agresiones, que están a la orden del día, pero matar a alguien nos habla de esa personalidad psicopática. Una persona emocionalmente inestable se habría venido abajo, pero ella, desde la psicopatía, tiene una capacidad de centrarse en sus fines particulares sin establecer una conexión emocional con lo que estaba sucediendo y lo que experimentaban cientos de personas, desarrollando un grado de manipulación muy grande.

¿Y de dónde podían proceder, en su caso, todos esos sentimientos negativos?

Una buena parte de los conflictos en las familias reconstituidas viene de la fantasía de que la nueva va a conformarse de forma idéntica a la biológica. Esto no es ni será así. Por tanto, hay que facilitar el paso a esta nueva etapa de familia, ir creando el sentido de pertenencia y buscar y aprovechar los puntos de unión a través de actividades comunes. En cuanto a la comunicación, evitar las políticas de hechos consumados como desplazar a los hijos de sus espacios anteriores, comunicar las decisiones que se toman con tiempo para permitirles encajar emocionalmente los cambios y que la nueva pareja apoyar al cónyuge que no usurpe su papel, son aspectos fundamentales. El amor se va a ganar compartiendo espacios y no desde la exigencia o la manipulación.

Los focos se han puesto, lógicamente, en Gabriel, en su madre y en Ana Julia, pero algo menos en su padre, que se encuentra en una situación de sufrimiento por partida doble. ¿Cómo puede asumir alguien que su pareja ha cometido un acto así?

Es posible que esta persone desarrolle un estrés postraumático y, en ese caso, necesitará tratamiento que le ayude a volver a andar. Todo es superable con la ayuda adecuada y si uno tiene otras metas a las que se pueda agarrar. De hecho, en caso de pérdida de hijos está demostrado que a las personas que tienen otro hijo les es más fácil superarlo, porque cuentan con otro pequeño que les necesita. Siento una gran compasión hacia ambos y es especialmente difícil la situación psicológica del padre, que puede estar viviendo una gran culpabilidad por no haberse dado cuenta y por haber traído a esta persona al núcleo familiar?

Un sentimiento muy comprensible y muy duro de sobrellevar?

Está claro. Por eso es importante para padres y madres que crean la nueva relación reconstituida entender que los hijos, da igual la edad que tengan, son la primera responsabilidad. Una relación que supone dejar de lado a mi familia anterior es una relación que exhibe toxicidad y es algo que no se debería permitir. Una persona con hijos debe tener suficientes pruebas de la estabilidad emocional de la pareja con la que elige unirse. Debido a que son situaciones que requieren de más habilidades es aún mas importante a quién se elige y decisiones precipitadas (por ejemplo, bodas o convivencias rápidas) pueden traer situaciones muy difíciles y dolorosas para todos.

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