Una apuesta por la sostenibilidad y un gran impulso a la protección del medio ambiente. Es lo que persigue el proyecto ARBol (Acción para el Reciclaje de Bolígrafos) una iniciativa adoptada por un grupo de alumnos del IES Politécnico de la capital grancanaria, que comenzó a gestarse en el año 2015, y que está destinada, como su nombre indica, a fomentar el reciclaje de material de escritura inservible en las Islas -en este caso de bolígrafos- para evitar así colapsar los vertederos. Todo surgió por la inquietud de un grupo de estudiantes del Ciclo Superior de Química Ambiental, que se imparte en el citado centro educativo, a los que les llamó la atención la iniciativa que estaba llevando a cabo la empresa de reciclaje TerraCycle, junto con la compañía francesa de productos desechables Bic, en el territorio peninsular. En la actualidad, doce alumnos del centro académico, con edades comprendidas entre los 20 y los 25 años, se encargan de continuar con la labor.

"Unos chicos, que por entonces estudiaban el mismo ciclo que ahora estamos cursando nosotros, observaron que este proyecto se estaba desarrollando en la península. Entonces, se pusieron en contacto con TerraCycle para poder trasladar la iniciativa a las Islas y hacerles llegar los bolígrafos recogidos en el instituto", explica Eloy Martínez, uno de los doce estudiantes que promueven esta iniciativa ecológica.

A su lado se encuentra su compañero Daniel Artiles, que aclara que el error que cometen muchas personas es "pensar que es posible depositar este tipo de instrumentos en los contenedores amarillos". Según explica Artiles, esto no debe ser así, "porque su destino sería el vertedero". Siguiendo esta línea, el alumno aclara que otro de los objetivos que se marca el proyecto es "crear conciencia social para que al verterdero solo llegue basura, y no objetos como los bolígrafos, que están compuestos por plástico mixto, un material que puede ser aprovechado para elaborar otros objetos".

El proyecto ÁRBol logró aunar a lo largo del pasado curso académico media tonelada de bolígrafos, gracias a la participación del 20% de los centros educativos no universitarios de la Isla. Asimismo, durante el presente curso "se han unido también los centros universitarios, y las Islas de Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria", explica Sullivan Barrios, otro de los miembros del proyecto.

Cabe destacar que la iniciativa cuenta con el respaldo de la empresa Martínez Cano Canarias, que dedica su labor a la recuperación de papel y a la gestión de residuos, y realiza la recogida del material de escritura reunido en las Islas de manera altruista. "Este material viaja hasta Barcelona, y luego tiene que llegar a Francia para poder ser reciclado. El transporte a la península lo costea el Gobierno de Canarias", apostilla Jonathan Mellado, compañero de curso de los mencionados alumnos.

Profesora de Química

Por lo que respecta al hecho que motivó a estos estudiantes a formar parte de este proyecto, Sullivan Barrios asegura que todo fue gracias a su profesora Gema Lorenzo, que desarrolla su labor en el departamento de Química. "Ella ha sido nuestra mentora y la que se ha encargado de explicarnos su funcionamiento. Sin duda, esto también nos beneficia para adquirir conocimientos", dice con contundencia.

Con el propósito de dar a conocer el proyecto a la sociedad en general, los alumnos del IES Politécnico están procediendo a actualizar un mapa alojado en la web www.proyectoarbol.org, "en el que se encuentran indicados todos los puntos de recogida que existen en las Islas. Queremos que toda la población pueda depositar los bolígrafos que ya no utiliza en el punto más próximo", expone Barrios con entusiasmo.

Extensión a la Universidad

La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y la Universidad de La Laguna (ULL) han querido sumarse al proyecto ARBol. Ayelen Capelan y Sonia León son dos estudiantes del último curso del Grado de Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo de Productos de la ULPGC, que han comenzado a colaborar, durante el presente año, con esta iniciativa. "Nuestro tutor del Trabajo de Fin de Grado nos planteó la idea con el propósito de desarrollar el diseño de un contenedor para elementos de escritura inservible", apunta León. Y agrega que, "yo me estoy encargando de llevar a cabo esta tarea".

A pesar de que el trabajo de ambas alumnas siguen la misma línea, el proyecto que está desarrollando Ayelen Capelan "se centra en un ámbito más electrónico, con equipos de comunicación y de sensores que indican el nivel de llenado", comenta la artífice.

Según explica Capelan, el recipiente estará compuesto por el mismo material que los bolígrafos, es decir, por plástico mixto. "Tendremos hecho un prototipo a finales del mes de mayo, ya que es el tiempo máximo fijado de cara a la presentación de nuestro Trabajo de Fin de Grado. Es una labor complicada, pero esperamos que tenga mucho éxito".

La meta que persiguen las dos universitarias es "acabar con las cajas de cartón", asegura Sonia León. "Queremos llamar la atención de la gente", prosigue, "para hacer un movimiento social, al igual que ocurrió con los tapones de la botellas de plástico".

Asimismo, Ayelen Capelan sostiene que ya son muchos los profesores de ambas universidades que se están uniendo a la causa ecológica. "Los docentes transmiten la información del proyecto a los alumnos cuando imparten sus clases. Esto es un gran impulso para la iniciativa, porque fomenta la colaboración del conjunto del alumnado".