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Una oposición al detalle

La oferta de empleo convocada por Educación está llamada a regenerar las plantillas de docentes erosionadas durante la crisis

Oposiciones de Educación. LP / DLP

El 23 de junio se realizarán las pruebas del concurso oposición que da acceso a las 1.160 plazas de profesorado de secundaria, técnicos de formación profesional y profesorado de las escuelas de idiomas que convoca la Consejería de Educación del Gobierno canario. Tras varias modificaciones, que redujeron el número de plazas desde las 2.041 previstas inicialmente y permitieron a los opositores concurrir a una sola especialidad sin perder su puesto en las listas de sustitución de otras, la convocatoria queda ya perfilada con 33 especialidades, tal y como se convocó en el BOC del pasado día 2 . Es una importante oportunidad para acceder a un puesto de trabajo estable, y muchos ya se están quemando las pestañas frente a los libros. Varias centrales sindicales con presencia en el sector analizan esta convocatoria y señalan sus pros y sus contras después de lograr la semana anterior que se ampliara en una hora e tiempo para completar la prueba inicial.

A José Ramón Barroso, portavoz de la Federación de Enseñanza de CCOO Canarias, el número de plazas ofertadas le parece "razonable" y dimensionado a las necesidades del sistema educativo canario. Propone una regla orientativa: "Canarias nunca debe ofertar más de un cuarto de las plazas que oferta Andalucía -que en esta ocasión saca 5.300- por una cuestión demográfica. Con las 2.041 iniciales nos habríamos pasado". El problema de ofertar muchas plazas es el temido efecto llamada, que convocaría a numerosos opositores llegados desde el resto de España. A Fernando Pellicer, portavoz del STEC-Intersindical Canaria en Gran Canaria, la reducción de plazas ofertadas le parece positiva pero insuficiente. Con la propuesta inicial, "el efecto llamada iba a ser notable", pero advierte que aun con el recorte "el número de plazas es elevadísimo".

Efecto llamada

En este caso, el posible efecto llamada que pueda desencadenar una oferta amplia viene matizado por un hecho importante: todas las autonomías que convocan pruebas para la administración educativa hacen coincidir sus exámenes ese mismo día 23 de junio, de forma que un mismo opositor no podrá concurrir a varias convocatorias. No obstante, Barroso alerta de que en determinadas especialidades, como FOL (Formación y Orientación Laboral), orientación educativa o matemáticas, Canarias oferta un número de plazas muy superior a otros territorios, lo que puede seducir a opositores de estos ámbitos, que preferirán presentarse aquí al entender que tienen más posibilidades de pasar la selección.

Además, Pellicer señala que algunas especialidades que ofertan plazas aquí no lo hacen en otras autonomías, aunque descarta que se vaya a producir la "avalancha de peninsulares" que se podía prever al principio. Un efecto llamada, afirma, ocasionaría que "los aspirantes libres tendrían muchas dificultades" para ganar un puesto.

El Gobierno canario hubo de dejar fuera de la convocatoria 881 plazas incluidas inicialmente y correspondientes a tasas de reposición, ya que no obtuvo del Estado la financiación correspondiente. ¿Qué hacer con ellas? Los sindicalistas quieren que, junto a otras, se vayan convocando en los próximos años, esponjando así la renovación de un estamento docente que se ha visto especialmente erosionado durante la travesía del desierto de la crisis. "Se trata de intentar estabilizar el empleo con provisión de plazas por el concurso oposición, regenerar en cuatro o cinco años todo el empleo público que se ha ido perdiendo, regenerar las plantillas docentes, que son hoy exiguas", demanda Barroso. Pellicer es también partidario: "Las plazas que inicialmente se planeaban se pueden convocar escalonadamente en diversos años. Aquellas que no se convoquen se cubren con interinos".

Los opositores que concurran a una especialidad no perderán su posición en la lista de sustitución de otras en las que pueda figurar. Esta fue una reivindicación sindical, que finalmente fue asumida por la administración convocante. Así, para Pellicer "es positivo que se desvinculen las oposiciones de las listas de empleo, no tiene que existir vinculación entre ambos procedimientos". Barroso recuerda que esta cuestión "era una exigencia planteada desde las organizaciones sindicales. Si no me puedo presentar a toda las especialidades porque es materialmente imposible, no me castigues por no poderlo hacer". Además, señala que "este año las listas no se vana modificar independientemente de la calificación obtenida en la prueba. Son cuestiones que ayudan a quienes están en las listas de sustitución".

Las características de las pruebas son objeto de censura por parte de ambos sindicalistas, especialmente críticos con el perfil teórico del primer examen, que además tiene carácter eliminatorio. "Hemos exigido que las pruebas, al menos la primera, de carácter memorístico, no sea eliminatoria", aduce Pellicer. Al representante del STEC le parece inadecuado que "para que a un interino se le pueda valorar su experiencia docente tenga primero que superar un examen memorístico, donde se realiza la gran criba". Así, su propuesta pasa por "invertir los términos, que esa prueba no sea eliminatoria, que el examen práctico sea el primero, porque tal y como está planteado ahora los interinos tienen que superar esa fase de oposición, que en un porcentaje alto tiene carácter memorístico, lo que no demuestra la valía del docente". Por eso el STEC ha solicitado a la Consejería de Educación "que se siente a negociar cuanto antes un nuevo sistema de acceso. El actual es obsoleto, fundamentalmente memorístico, ni mucho menos el más adecuado, ya que no valora la experiencia de los docentes que están ahora mismo dando clases".

Evaluación global

Barroso se pronuncia en una línea similar. "No estamos de acuerdo con el sistema actual", comienza explicando, "las pruebas deberían ser parte de una evaluación global". Así, plantean que ninguno de los dos exámenes tenga un carácter excluyente o, en todo caso, que la criba inicial se decida evaluando las habilidades pedagógicas y no las mnemotécnicas. "Pedimos que tanto los temas memorísticos de la primera parte del examen, que ahora es excluyente, como la preparación pedagógica y educativa, que es lo que se evalúa en la segunda prueba, fueran sumativos. Si no, que en primer lugar vaya lo que tiene que ver con la preparación pedagógica y docente". Esta corrección en la forma de evaluar permitiría, a su juicio, "que se valore a los mejores docentes, a los que sean buenos en la transmisión de conocimientos". Además, el representante sindical cree que las características de esta primera prueba eliminatoria son anacrónicas: "En la época digital los contenidos teóricos se plantean de una manera diferente, se enseñan las capacidades para la búsqueda de la información".

En definitiva, para Barroso, una prueba como esta debería ser capaz de establecer "un equilibrio en el que todos se puedan ver reflejados, los que están en el sistema y los que no están". A su juicio, "esta convocatoria, sin ser la mejor, trabaja en esa sintonía". El representante de CCOO finaliza su valoración: "En estos temas nunca llueve a gusto de todos. No todo el mundo se ve reflejado, pues unos entienden que hay muchas plazas y otros que pocas. Nosotros estamos por buscar un equilibrio. Nos parece que para los tiempos que corren, tal y como está la situación, es una convocatoria razonable".

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