La madre de Amy Fitzpatrick, joven irlandesa de 15 años desaparecida el pasado 1 de enero en Mijas (Málaga), acudió ayer al cuartel de la Guardia Civil donde se centra la investigación de este caso, que sigue sin resultados al no haberse localizado aún a la chica.

Audrey Fitzpatrick y su novio permanecieron en el recinto desde las 11.30 horas hasta mediodía y volvieron de nuevo por la tarde para colaborar en intentar reconstruir la vida de la chica en su casa y los últimos movimientos que pudo hacer para así ayudar a esclarecer lo ocurrido.

El encuentro es una entrevista que se desarrollaba sin abogado en las dependencias del instituto armado de la localidad malagueña de Fuengirola, de cuyo contenido no se facilitaron detalles para no entorpecer la investigación.

La reunión se produce a petición de los agentes y dentro de las averiguaciones que efectúan los investigadores en el entorno de Amy, según indicaron fuentes que llevan el caso.

Todas las líneas de investigación continúan abiertas, según estas fuentes, que consideran que no ayudan las especulaciones acerca de que la chica podría encontrarse en una vivienda, y precisan que oficialmente no hay nada al respecto.

Una nueva batida de búsqueda se desarrolló ayer por una nueva zona, en concreto hacia el este del camino que se cree que pretendía recorrer la joven cuando desapareció, hacia el municipio de Fuengirola, pero en este caso con un número bastante más reducido de efectivos, en concreto una docena de agentes ayudados por dos perros rastreadores que trabajaron durante seis horas.