La Policía Judicial ha identificado ya a algunos de los conductores que participan en carreras ilegales en España, dos semanas después de que la Fiscalía ordenará investigar en profundidad estas prácticas "ilegales y clandestinas", que proliferan como consecuencia de las nuevas tecnologías por Internet.

En Gran Canaria, agentes del cuerpo investigan varias denuncias de este tipo hechas por ciudadanos. En concreto, por carreras clandestinas en la zona industrial de El Sebadal, Las Coloradas y en Los Tarahales. Mientras que en Santa Cruz de Tenerife, las denuncias corresponden a la calle Bicácaro, situada en la zona del Sobradillo.

La decisión de la fiscalía se produjo seis días después del suceso registrado en Vigo, el 12 de enero, en el que murió un matrimonio al ser arrollado el Citroen AX en que viajaba por un vehículo que circulaba a gran velocidad y en paralelo con otro.

Los teléfonos móviles, las cámaras de vídeo o fotografía, los programas informáticos de edición y las redes de difusión a través de Internet han contribuido tanto al poder de convocatoria de ese tipo de carreras como a la difusión de esos actos, afirman fuentes de la investigación. Se trata -dicen- de un fenómeno puntual y reciente protagonizado por jóvenes de entre 18 y 30 años que actúan de una "forma desordenada".

El fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, que el pasado día 18 de enero dio la orden a la Policía Judicial de iniciar una investigación sistemática sobre el tema, señaló que "estas prácticas de modo generalizado, con la extensión que tienen ahora, son de sólo hace unos meses". Lo más preocupante es que se difunden por la red.

Al margen de la repercusión administrativa y penal de esas conductas, "la exhibición es muy perjudicial, da sensación de impunidad, de que no pasa nada, y lo ve muchísima gente joven", explicó el fiscal.

FILMAR. La Fiscalía se plantea dirigir también la investigación penalmente a los que filman las imágenes y las cuelgan en Internet, siempre que se demuestre que están de acuerdo con el conductor "porque están induciendo a esas conductas", subrayó.

Alrededor de todo este mundo hay "una cultura del riesgo, del 'subidón' de adrenalina como dicen los jóvenes, de vivir emociones fuertes, intensas", apuntó.

Las conductas eran conocidas pero no se habían investigado en profundidad cómo se producían y cómo se organizaban. Ahora "la Policía Judicial está patrullando la red", afirmó.

Aunque reconoció que se está en un momento inicial de la investigación, el fiscal afirma que "parece evidente " que se está ante un "mundo clandestino, delincuencial" que funciona aprovechando ese sentimiento de impunidad, que tiene sus propias organizaciones, sus circuitos y sus zonas de actuación."Pero todo eso hay que probarlo, reunir pruebas en los polígonos industriales, carreteras de alta montaña, o determinadas calles de la ciudad donde actúan", añadió.

Un mundo clandestino que actúa selectivamente en función de la vigilancia policial, que cambia de escenario por lo que no es fácil sorprenderles. "Una realidad sociológica muy peligrosa porque se juegan la vida y la de los demás", puntualizó.

Las consecuencias de estas carreras ilegales son difícilmente cuantificables porque, aunque los accidentes que se derivan de ellas están incluidos en las estadísticas, "resulta difícil reunir pruebas de que detrás de ellos hay una carrera ilegal", explicaron fuentes policiales.