Una vecina del municipio de Tijarafe (La Palma), de 31 años, ha sido detenida acusada de un delito de homicidio, después de que durante la madrugada del miércoles su bebé de cinco meses muriese, al parecer asfixiada, dijeron ayer a Efe fuentes de la Guardia Civil.

Las fuentes indicaron que la muerte del bebé se produjo en el domicilio de la detenida y su esposo y añadieron que, según los indicios, la ahora detenida se levantó a las cinco de la madrugada y causó la muerte de su hija por asfixia.

Después, agredió a su esposo con un objeto contundente, pero fue inmovilizada por su marido.

La mujer podría padecer una depresión posparto, cuestión que deberá ser contrastada con diferentes informes de especialistas en psiquiatría, indicaron las fuentes de la Guardia Civil, las cuales agregaron que el cadáver del bebé ha sido trasladado al Hospital General de Palma, donde es previsible que se le practique la autopsia para contrastar las causas que provocaron el fallecimiento del bebé.

La muerte de este bebé ha causado gran consternación entre los vecinos de Tijarafe, municipio del noroeste de La Palma, de 55 kilómetros cuadrados y poco más de 2.700 habitantes que se dedican sobre todo a la agricultura y la ganadería.

TRATAMIENTO DE FERTILIDAD. La madre del bebé, que estaba en el paro, y su marido, de 35 años, propietario de una pequeña empresa de construcción, formaban una pareja que se casó hace cuatro años y que, según los vecinos, se había sometido a un tratamiento de fertilidad para tener un hijo.

En declaraciones a Efe, vecinos de la pareja han señalado que el pueblo y las amistades están disgustados por vivir esta desgracia que no se esperaban.

Asimismo, han indicado que se trataba de una pareja maravillosa, a la que la niña les vino como caída del cielo, ya que llevaban mucho tiempo en tratamiento para intentar tener esa criatura.

Además, vecinos cercanos a la vivienda donde ocurrieron los hechos han confirmado que se trataba de una pareja de trabajadores y que jamás oyeron ningún tipo de discusión ni ninguna cosa negativa de ellos.

El psicólogo del Hospital La Paz de Madrid Javier Barbero calificó ayer como "enormemente excepcional" el hecho de que una madre con depresión posparto pueda llegar a matar a su bebé, salvo que esa mujer padezca una "psicopatología seria" o concurran otros factores familiares como apuros económicos.

"No es para nada habitual que una depresión posparto tenga este desenlace", ha destacado Barbero tras conocer que la madrugada de ayer una mujer de 32 años de Tijarafe (La Palma) asfixió a su hija de seis meses como consecuencia, aparentemente, de una depresión posparto.

En declaraciones a Efe, este psicólogo explicó que hay muchas mujeres que después del parto tienen una bajada de su autoestima, "una sensación de que la vida te cambia y de que no puedes con ella", lo que genera una sensación de impotencia, algo que "se supera sin dificultad".

Barbera ha subrayado que es "frecuente" que una mujer que ha dado a luz tenga una reacción depresiva durante los primeros meses de vida de su hijo al comprobar que cambia su proyecto biográfico y que "todas sus fantasías de seguir haciendo lo que hacía antes de tener un hijo se vienen abajo".

Sin embargo, ha subrayado que esta reacción es "adaptativa", es decir, en unos pocos meses, la madre se adapta a la llegada de su bebé por lo que no es necesario tratamiento farmacológico, salvo que exista ya con anterioridad una personalidad depresiva o frágil, lo que aumenta el riesgo de que la madre sufra una depresión posparto más aguda.

El riesgo de sufrir esta depresión también se incrementa, ha añadido el psicólogo, si la familia tiene problemas económicos o en el caso de que "la madre haya puesto tantas expectativas en el nacimiento de su hijo que, al no verlos cumplidos en la realidad, la reacción depresiva y la frustración son todavía mayores".