Así lo anunció hoy el portavoz del Tribunal Regional de Sankt Pölten, al asegurar que "las razones de la detención siguen en pie" y que la acusación ha desistido de apelar la prolongación por dos meses de la prisión preventiva en el penitenciario en esa ciudad, con lo cual ésta es vigente a partir de hoy.

Las autoridades austríacas, basándose en las investigaciones efectuadas hasta ahora, dan por hecho que Fritzl actuó sin la ayuda de cómplices.

El detenido ha reconocido en un interrogatorio haber encerrado a su hija Elisabeth en el sótano de su vivienda en la localidad austríaca de Amstetten y ser el padre-abuelo de los siete niños que ella dio a luz en el cautiverio, de los que uno murió poco después de nacer.

Las víctimas están protegidos de la opinión pública y, con los expertos que los ayudan a desarrollar una vida normal, estudian la posibilidad de cambiar de identidad, según ha trascendido a la prensa local.