La tranquilidad del pueblo de Los Valles, un pequeña localidad agrícola del municipio de Teguise, en el norte de Lanzarote, se vio alterada en la noche del pasado domingo con el atraco que sufrió un matrimonio mientras dormía en su vivienda.

El suceso se produjo sobre las cuatro de la madrugada cuando tres individuos, encapuchados y portando barras de hierro y armas blancas, se introdujeron en la casa, una construcción de dos plantas, por un acceso a la cocina desde el exterior.

En el momento de los hechos, los hijos de la pareja, un varón de 20 años y una chica de 12, no se encontraban en el interior del inmueble. La puerta de la cocina, por la que, probablemente, entraron los asaltantes, se encontraba abierta ya que el chico le había dicho a su madre, Alicia Barrios, que "no la cerrara porque no se había llevado la llave", comentó la abuela del muchacho, Purificación Peraza, incrédula aún, al igual que sus familiares y vecinos, por lo ocurrido.

Tanto Alicia como su pareja, Florencio Rodríguez, conocido por Tino, fueron amordazados de pies y manos y tratan de recuperarse de los hematomas y heridas que les causaron los agresores, sobre todo a este último.

Florencio, aquejado de varias dolencias en su cuerpo, como él mismo comentó ayer a este periódico, tiene una cuchillada cerca del ombligo y cortes en las piernas además de un gran hematoma en la cara. Hoy tiene previsto trasladarse a primera hora hasta el Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria para ser tratado de sus heridas.

Florencio relató que cuando se despertó, uno de los agresores le tenía cogido por el cuello y le estaba apuntando con una pistola. "No sé si el arma era de verdad o de mentira. Sufrí una impotencia muy grande. No sabía qué hacer en ese momento", recordó la víctima todavía con el susto metido en el cuerpo.

"No sé por qué lo han hecho. Somos una familia trabajadora y no nos llevamos mal con nadie", aseguró Florencio. Recordó que su mujer le instó a que se tranquilizara después de forcejear con los atracadores. "Dos me tenían amordazado y uno estaba junto a mi mujer, a la que también ataron de manos", dijo.

EL BOTÍN. Un total de 500 euros en efectivo que la pareja guardaba en un mueble del salón y un móvil, que les fue sustraído para evitar que realizaran alguna llamada pidiendo auxilio, fueron objeto del robo. Varias estancias de la casa fueron desvalijadas y las pertenencias de sus moradores esparcidas por el suelo.

Además, uno de los individuos desconectó el auricular del aparato fijo del teléfono y lo escondió debajo de uno de los asientos de un sillón. La pareja logró pedir ayuda a sus allegados, tras la marcha de sus atracadores, con un teléfono inalámbrico de cuya presencia no se percataron los delincuentes.

La Guardia Civil investiga los hechos y hasta el momento no se ha producido ninguna detención, según indicó la pasada jornada el director insular de la Administración General del Estado, Carmelo García Déniz.

El atraco registrado en Los Valles es el tercero que se produce en la Isla en las últimas semanas después del suceso que tuvo lugar en un chalé de Playa Blanca (Yaiza), en el que una mujer también sufrió un ataque en su residencia, en la que se encontraba junto a sus hijos, y un robo en una vivienda de alterne en Arrecife. Varias personas han sido detenidas en relación a esos hechos.