Las ocho personas detenidas hasta la fecha como presuntos integrantes de esta trama -seis mariscadores, la restauradora Toñi Vicente y el representante legal del Comercial Xanquei, J.R.Q.R, hijo del propietario de la firma, prestaron hoy declaración a lo largo de todo el día ante el juez instructor de la sala número tres, Alejandro Morán Llordén.

Todos están imputados por un delito contra la salud pública penado con hasta cuatro años de prisión, multa e inhabilitación, según indicaron fuentes del Ministerio Fiscal.

La conocida restauradora gallega, que regenta un prestigioso establecimiento en la capital gallega que frecuentan políticos y empresarios, abandonó los juzgados en libertad con cargos a primera hora de la tarde tras prestar declaración tras ser detenida el pasado viernes, aunque deberá comparecer ante el juez cada mes.

Según el relato del Ministerio público, la restauradora admitió los hechos y se mostró dispuesta a colaborar, admitiendo que adquirió la vieira en tres ocasiones, pese a la que Fiscalía tenía constancia únicamente de dos. Toñi Vicente añadió además que habitualmente contactaba con un proveedor de Ourense que importaba las vieiras desde Irlanda, y cuyo consumo si sería apto.

Con respecto a los mariscadores, la Fiscalía expuso que habían organizado con cierta habilidad una trama para extraer y distribuir el marisco bastante "profesional". Contaban con cámaras frigoríficas y empleaban "vehículos lanzadera" para tratar de evadir los controles.

Dos de los cuatro mariscadores que ingresaron en prisión son hermanos (Calvo Castiñeiras) y cuentan con un largo historial delictivo que incluye una condena por violencia de género por la que uno ya estaría pendiente de ingresar en prisión. El tercero se perfila como el máximo proveedor de vieira contaminada, con hasta 300 kilos por semana y el cuarto fue detenido en el 2004 con 63 kilos de vieira a bordo de su vehículo.

Estaba previsto que los cuatro ingresasen en la prisión provincial de Teixeiro esta noche. Otros dos mariscadores quedaron en libertad al entender el juez que no participaban activamente en la supuesta trama, y que su presencia acompañando a los otros detenidos fue casual.