El coronel Francisco Bajo Ojeda ha sido condenado a un año de cárcel por vejar y acosar sexualmente a varias mujeres oficiales en el regimiento de Munguía (Vizcaya).

Pese a que varias subordinadas reconocieron las vejaciones y los comentarios degradantes, sólo una de ellas denunció, por lo que el Tribunal le ha condenado por un único delito de abuso de poder.

Ésta no es la primera condena del coronel Bajo Ojeda, quien ya fue arrestado y penado en 2002 por agredir a un subordinado.

El Tribunal da por probado que el coronel acusado utilizó su posición de mando para acosar a sus subordinadas. Por ello, según informaciones de la Cadena Ser recogidas por Otr/Press, en la sentencia se le condena a un año de prisión y al pago de 4.000 euros en concepto de indemnización. Todo ello por un delito de abuso de autoridad en su modalidad de trato degradante a un inferior.

Estos hechos tuvieron lugar entre los meses de julio y agosto de 2004, cuando el condenado, entonces teniente coronel, era jefe de la Plana Mayor del Regimiento Mixto de infantería de Munguía. Allí, también estaban destinadas las mujeres militares que, ante el juez, reconocieron la "conducta acosadora" del coronel. La gran mayoría de las afectadas eran oficiales que dependían directamente de Bajo Ojeda, pero también la mujer de un suboficial declaró haber sufrido acoso por parte del coronel.

La única oficial que denunció los hechos, teniente médico en su momento y actualmente capitán, aseguró que su superior intentó tocarle los muslos, y que después de varias insinuaciones y de que ella le mostrara su rechazo, Bajo Ojeda cursó un parte negativo contra ella. El resto de las oficiales destacó que el mando profería con frecuencia frases humillantes sobre sus cuerpos y que se insinuaba constantemente, muchas veces en público delante de otros miembros varones del Regimiento.

FRASES VEJATORIAS. Además, estas oficiales tuvieron que soportar comentarios humillantes durante varios meses de quien entonces era su jefe. Así, la capitán denunciante recordaba frases como que "las canarias son muy calientes", que a él le ponía caliente el acento canario o que "si ellas se iban a Canarias todos los fines de semana para follar".

Con otro comentario similar el coronel condenado se dirigió a una teniente en presencia de otros oficiales, cuando apuntó que él solía acudir a playas nudistas y le preguntó "si iba a playas nudistas y si se había bañado alguna vez con las tetas fuera".

Posteriormente, Bajo Ojeda continuó haciendo comentarios como que "bañarse con las tetas fuera sería incómodo ya que él se había bañado y era incómodo por las pelotas".

En el mismo tono, el coronel también se dirigió a la esposa de un suboficial del Regimiento. En una ocasión que ésta le encontró mirándola de manera lasciva, el le dijo: "Esta mañana no te conocí de espaldas"; y mirándola de arriba a abajo continuó: "No te cuento cómo me pusiste por si se lo cuentas a tu marido o mejor, ¡díselo!"

La sentencia considera que el coronel sometió a la teniente durante casi dos años a un trato "denigrante, humillante y envilecedor", que "rebasó con creces el mínimo de gravedad exigible" para ser condenado.

Asimismo indica que de las siete actuaciones del coronel Bajo, cuatro tienen "una innegable relación con la condición de mujer de la oficial ofendida y una indiscutible connotación sexual".

Según el testimonio de la teniente médico, el acoso comenzó nada más llegar al regimiento, durante su presentación al coronel Bajo quien, tras conversar durante más de media hora, se acercó y le dijo que qué bien olía y que qué perfume usaba y, ante su expresión de extrañeza, añadió: "No pongas esa cara que es para decírselo a mis mujeres".

NO SERÁ EXPULSADO. El delito de acoso sexual no está tipificado en el código penal militar. Por ello, los casos de acoso como éste, que se producen de un superior a sus subordinados, se instruyen como casos de abuso de autoridad.

En este caso, puesto que sólo una de las oficiales tomó la decisión de denunciar, aunque otras oficiales han reconocido que el coronel se comportó de la misma manera con ellas, el Tribunal sólo le condena por un único delito de abuso de autoridad.

Asimismo, esta condena puede ser recurrida por lo que el militar no entrará en prisión hasta que no sea ratificada por el Supremo.

En todo caso, el Ministerio de Defensa no tendrá fácil expulsarle de las Fuerzas Armadas, ya que según el código penal militar, sólo pueden ser expulsados aquellos militares que son condenados en firme a más de tres años de cárcel.