Unos aseguran que "esto se veía venir" mientras otros optan por desdramatizar diciendo que "se tra-ta de un hecho puntual". El caso es que la brutal paliza que recibió la noche del lunes An-tonio Sánchez Quintana, de 70 años, para evitar ser atracado en su trabajo en el Salón Recreativo Las Vegas de Vecindario, no ha pasado desapercibi-da. El precinto de la Guardia Civil en la puerta del local ubicado en el número 310 de la avenida de Canarias desperta-ba curiosidad y temor en los viandantes.

Según los vecinos de la zona, Antonio Sánchez "es un hombre trabajador que no se metía con nadie". Trabaja en el local desde siempre y se turna con otro compañero "que también ha alcanzado alguna que otra paliza", dice un empleado de una peluquería que linda con el local. "Si es que esto ya no es lo que era", dice Francisco Vargas. Él lleva toda su vida viviendo enfrente del local y asegura que "la crisis ya empieza a poner su peor cara". Los vecinos aseguran que "toda seguridad es poca en Vecindario, ya que pasan cosas raras desde hace un tiempo, peleas y robos". Además, afirman que al final paga el que menos se lo merece "Ese señor que ahora está en el Hospital nunca se metía en pleitos", dice Sara Medina. Sin embargo, no era la primera vez que asaltaban el local para robar. "Se trata de un local pe-queñito donde se turnaban dos pobres hombres, la gente mala tenía todo a mano. Lo han asaltado dos veces en pocos me- ses, aprovechaban que cerraban las puertas porque ya era la hora; se esperaban un poco más jugando a las tragaperras y cuando el pobre hombre se despistaba, lo asaltaban pero nunca se había llegado a tanto", añade la vecina.

Por esta razón, precisamente hace unos meses los dueños del local decidieron instalar un sistema de seguridad compuesto por videocámaras, pista re-levante para la Guardia Civil y que investiga para la identifi- cación del agresor, el cual to-dos aseguran que "es conocido y Antonio sabe quién es, eso es lo bueno".

Carlos Herrera, empleado de un taller, dice que ya "se ha gozado unas cuantas". "Pero tampoco hay que sacar las cosas de quicio, esto es un sitio tranquilo, con sus cosillas como todo". Una de las personas que peor lo pasó esa noche fue la vecina que llamó a la Guardia Civil tras escuchar los gritos da la víctima. Un testigo asegura que varios agentes de la Policía Local de Santa Lucía y la Guardia Civil se personaron de inmediato en el lugar de los hechos, pero manifiestan su impotencia ante la tardanza de los servicios sanitarios. "Tardaron 20 minutos en atender al pobre hombre, que se desangraba en el suelo, hasta dos litros de sangre perdió", dice un testigo. Por su parte, Luis Campos, concejal de Seguridad de Santa Lucía, insiste en que "nadie puede hablar de inseguridad en Vecindario; como mínimo hay siempre tres patrullas de la Guardia Civil y cinco de la Policía Local en la calle en cuatro kilómetros de avenida de Canarias. De hecho, ellos fueron de los primeros en atender a la víctima. Lo que ocurre es que ningún lugar está exento de que pase algo así".