Una cámara de seguridad secreta delató al autor del robo de 1,8 millones de euros de la sede de Seguridad Integral Canaria en Lanzarote. A la mañana siguiente de producirse el hurto, los servicios internos de la empresa detectaron al responsable, que no era otro que su delegado en la isla, y se lo comunicaron a la Guardia Civil en el mismo momento en que el propio implicado se encontraba en las dependencias de la benemérita presentando la denuncia en compañía de un alto responsable de la empresa.

Según aseguran fuentes próximas a Seguridad Integral Canaria (SIC), en torno a las diez de la noche del pasado lunes 20 de julio, E. T., delegado de la empresa en Lanzarote, llega a la sede central ubicada en Arrecife y le dice al vigilante que vaya a hacer unas fotocopias. En ese momento, se apropia de dos sacas que contenían en su interior 1,8 millones de euros y que debían ser trasladas a Gran Canaria a la mañana siguiente. Esa noche, en la sede de SIC había unos seis millones de euros aproximadamente y sólo el delegado tenía acceso al dinero, según las mismas fuentes. Sabía que existían cámara ocultas, pero desconocía en qué lugar se encontraban, pues forman parte de un sistema de vigilancia interna que tiene la empresa.

Después de apropiarse del dinero, E. T. introdujo las dos sacas en su vehículo y se marchó a su domicilio, aparcó el coche en su garaje y dejó el dinero en el maletero hasta la mañana siguiente, la del martes 21 de julio, en que muy temprano lo trasladó al domicilio de un amigo de su hijo, donde lo escondió. Posteriormente, fue a trabajar como un día normal.

El dinero, según fuentes próximas a la empresa, tenía que trasladarse a Gran Canaria a primera hora de la mañana, y había seis millones de euros repartidos en siete sacas. Cuando los conductores del furgón blindado de la empresa llegan al aeropuerto, se percatan de que sólo había cinco sacas, por lo que vuelven a la central y se paraliza el traslado. Un alto responsable de SIC se hace cargo de la situación y acude junto al delegado a la Guardia Civil.

Mientras se denuncian los hechos, los servicios internos de la empresa proceden al visionado de las grabaciones de las cámaras ocultas y se percatan de que el autor del hurto es el delegado, que está denunciando el robo. Se le comunica a la Guardia Civil y se inicia un proceso de vigilancia que acaba el sábado, cuando el autor reconoce los hechos y traslada a la Guardia Civil hasta el escondite del dinero, que se recupera íntegramente.