La reacción alérgica provocada por el contacto de 17 bañistas con una densa espuma marrón provocó, sobre las 10.57 horas de ayer, que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife decidiera cerrar al baño la playa de Las Teresitas. Los picores y las ronchas encarnadas en la piel llevaron a los afectados en apenas 15 minutos al puesto de la Cruz Roja, donde fueron atendidos por los voluntarios.

A todas las personas que presentaban síntomas se les inyectó un fármaco antihistamínico y cremas contra los picores. Por suerte, ninguno de los diecisiete bañistas afectados por esta extraña urticaria tuvo que ser derivado a un centro sanitario de la capital.

Ilda López, concejala de Calidad Ambiental, del Ayuntamiento de Santa Cruz, explicó a pie de playa que todavía era pronto para conocer las razones de la intoxicación. "Como medida preventiva y mientras no recibamos los resultados de los análisis que se están haciendo a varias muestras de agua de la playa, el Ayuntamiento ha decidido prohibir el baño", precisó la concejala. Aunque no precisó para cuándo estarán disponibles los resultados de los análisis realizados al agua de la playa.

Según Ilda López, es improbable que estén terminados para hoy domingo, por lo que en principio la playa de Las Teresitas seguirá cerrada al baño como mínimo hasta mañana lunes.

Ni la edil ni los miembros de Protección Civil desplegados en la playa santacrucera acertaron a informar sobre la posible procedencia de la espuma marrón, asentada a lo largo de la orilla, que pudo haber causado la intoxicación.

Al cierre de esta edición, se barajaba la hipótesis de los residuos expulsados por los barcos que fondean frente a la costa del barrio de San Andrés. Precisamente, ayer sábado había exactamente nueve embarcaciones de gran tamaño por fuera del rompeolas ocupados en la limpieza de los tanques, algo que sólo puede hacerse en puerto para evitar la contaminación. Otra opción que se contemplaba era la de un vertido de aguas fecales de procedencia desconocida.

Técnicos del propio Ayuntamiento santacrucero, de la empresa de aguas Emmasa y de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, se desplazaron a Las Teresitas para tomar muestras del mar. Para ello, Salvamento Marítimo movilizó una embarcación. Sobre las cuatro de la tarde, la densa y alargada mancha de contaminación se había desplazado ya al principio de la playa, diluyéndose. Por lo que la muestra de la contaminación ya no era visible como en horas de la mañana. La prohibición y acordonamiento de la playa espantó a los santacruceros que habían acudido a echarse un baño para mitigar las altas temperaturas de ayer.

No es ni mucho menos la primera vez que esta espuma hace acto de presencia en la orilla de la controvertida costa de Santa Cruz. Según explicó a La Opinión de Tenerife Alejandro Ramos, coordinador del puesto de Cruz Roja, "aparece con cierta frecuencia, una vez al mes". Lo que nunca había ocurrido es que tantos bañistas fueran atendidos por una reacción alérgica. "Dimos la voz de alarma con los primeros casos. Pero pronto vimos que había más con picores y molestias", añade el coordinador.

Tanto los voluntarios de Cruz Roja, como los de Protección Civil y la Policía Local desplazados de urgencia, vigilaban que las decenas de ciudadanos que permanecían en la arena no se metieran en el agua.

Un precinto de seguridad fue desplegado a unos 10 metros de la orilla, de un extremo al otro, mientras ondeaba la bandera roja y miembros de Protección Civil advertían a los conductores en el acceso principal. También había avisos en los accesos a la arena y en los paneles de información de tráfico desplegados en las principales vías de la capital.