Cinco de las siete personas fallecidas en el derrumbe ayer de un edificio en Palma de Mallorca ya han sido identificadas gracias a las huellas dactilares, mientras que las dos restantes aún están pendientes de identificación por ser presuntamente de nacionalidad alemana y no estar registradas sus huellas.

Según ha informado a Efe la Policía Nacional, dos de los fallecidos, que ocupaban el segundo piso de la finca del barrio de Es Fortí que se hundió, eran padre e hija mallorquines y respondían a los nombres de Miquela Perelló, de 15 años, y Jaume Perelló, de 54 años.

Su madre y esposa también se encontraba en la casa cuando ocurrió la tragedia, pero fue rescatada con vida y está ingresada fuera de peligro.

Respecto a las restantes víctimas identificadas, se trata de tres personas de nacionalidad colombiana que habitaban el primer piso del edificio. En concreto, eran una madre y su hijo y el cuñado de éste.

Sus identidades son Paulo Andrés Valencia, de 31 años, y su madre María Correa de Valencia, de 54 años, así como Óscar Ortiz, de 38 años.

Las dos personas que aún están pendientes de identificación son presuntamente la pareja de alemanes que habitaban el tercer y último piso del edificio.