- ¿Qué fue lo primero que hizo el martes después de salir de la cárcel?

- Fui a buscar a mi hija. Llegamos muy tarde a casa y la tuve que acostar pronto para que descansara. Yo aproveché entonces para conectarme a Internet, hablar con mi familia y ver todo lo que había pasado en España mientras yo estaba en la cárcel.

- ¿Sabía algo sobre la repercusión mediática que ha tenido su caso?

- No, no tenía ni idea. En la madrugada del martes leí las noticias y todos los comentarios que había colgado la gente y me quedé sorprendidísima.

- ¿Qué sintió al darse cuenta de todos los apoyos que había recibido desde Canarias?

- Estoy muy agradecida [se le entrecorta la voz], tanto en nombre de mi bebé, Rebeca, como de mi familia. Agradezco mucho lo que ha hecho La Opinión de Tenerife en particular y todos los medios en general. También al Gobierno de España y al de Canarias.

- Los niños con la edad de Rebeca crecen muy rápido. ¿Notó a su hija más grande después de 15 días sin verla?

- Sí, está más grande y con el pelo más corto. Además, estaba muy emocionada. No dejaba de abrazarme y decirme: "Mami, mami, mami..."

- ¿Cómo vivió los 15 días que pasó en prisión?

- Muy angustiada, confundida. Todavía no entiendo por qué pasó lo que pasó. Rezaba mucho. Pensaba en mi bebé todo el tiempo. También pensaba en la angustia de mis padres, de mis hermanos, mis cuñados...

- El 23 de febrero, cuando acudió a la audiencia del juzgado de Houston, ¿esperaba terminar presa?

- No, ni remotamente. Yo nunca he negado la niña a este señor [en referencia a su ex marido, el cirujano norteamericano Robert Kratschmer]. Yo estaba segura de que no pasaría nada, porque he seguido todos los mandatos de la Corte. Me condenaron por sus palabras frente a mis evidencias. Le aseguro que cuando escuché que me mandaban a la cárcel casi me desmayo. Y los tres primeros días allí dentro los pasé muy mal. No podía comer. Estaba muy asustada y profundamente angustiada.

- Esta lucha judicial con su ex marido por la custodia de su hija había comenzado mucho antes, ¿no?

- Todo comenzó en 2006, cuando presenté la demanda de divorcio. Desde entonces ha habido muchas acusaciones por su parte. Él interpuso muchas demandas en mi contra, pero ahora éste es un tema que está en manos de los abogados. Y la custodia de mi hija la sigo teniendo yo.

- ¿Se ha sentido apoyada por las autoridades españolas en EE UU?

- Sí. El cónsul vino a verme a la cárcel y eso fue importante para mí, porque me sentía muy sola lejos de mi familia.

- ¿Tiene miedo de que este mal trance se vuelve a repetir?

- Sí, me siento vulnerable. Pero tengo que ser fuerte y seguir luchando por mi niña.

- ¿Habrá alguna posibilidad de que venga a Tenerife con su hija?

- No tiene idea de lo que yo deseo ir a Canarias... Quiero vivir tranquila, en paz, y que mi hija tenga estabilidad.

- ¿Cree que sería más fácil su vida en la Isla teniendo a su familia cerca?

- Eso téngalo por seguro. Mi mayor deseo es que mi hija Rebeca crezca en Canarias. Espero que ese momento llegue pronto, pero por ahora no puedo ni siquiera ir de visita.

- Su caso tiene similitudes con el de María José Carrascosa, la española condenada a 14 años de prisión.

- Lo sé, y le aseguro que cuando estuve encerrada pensé mucho en ella. Cuando uno lo vive en su propia piel, entiendes mejor al otro. Reflexioné mucho sobre las injusticias que hay por todos lados, no sólo relacionadas con el tema de la custodia. Mucha gente sufre sin que lo sepamos y necesita mucha ayuda, igual que María José y que yo misma, sobre todo pensando en los niños. Nosotras estamos en esta situación para pelear por nuestros hijos. También quiero aprovechar para agradecer a la familia Carrascosa el haberse puesto en contacto con mis padres y darles todos los consejos y el apoyo que les dieron.

- En la historia de Carrascosa y en la suya hay muchos puntos en común. ¿Le asusta eso? ¿Seguirá usted adelante con el litigio judicial contra su ex marido?

- Sí, seguiré. Estoy convencida de que la verdad tiene que salir a la luz.

- ¿Ha podido hablar con su nuevo abogado, Marcos García Montes?

- No, todavía no he podido. Apenas hace unas horas que salí y todavía no he tenido tiempo para eso. He querido dedicar cada minuto que he tenido a disfrutar de la compañía de mi hija. Ella es lo más importante que tengo.