La Guardia Civil sostiene que el detenido en Vecindario, en el municipio de Santa Lucía, fue el presunto autor de las puñaladas que acabaron con la vida de un ciudadano de nacionalidad nigeriana el pasado sábado.

Los agentes le intervinieron al arrestado un cuchillo ensangrentado y la documentación del fallecido, después de varios registros que se realizaron en relación a este crimen.

La Benemérita continuaba ayer con la búsqueda de una tercera persona que posiblemente esté vinculada en el citado óbito, aunque de momento no se tienen pistas de este supuesto tercer implicado.

Los guardias civiles estudian la hipótesis de que el arrestado, también subsahariano, y el muerto, de 33 años de edad, eran socios en el trapicheo de estupefacientes. Además, sospechan que ambos vivían en el mismo piso, o al menos en el mismo edificio de la calle Honduras, en Los Llanos de Vecindario. Sin embargo, vecinos de La Aldea, municipio en el que residió el fallecido durante mucho tiempo, escribieron a laprovincia.es tras leer la noticia de su fallecimiento para mostrarse convencidos de que la investigación demostrará que la causa no pudo ser por trapicheo de drogas ya que, según afirman, era bien conocido y querido en la zona y nunca se le vio envuelto en estos asuntos.

Tras la búsqueda, la Guardia Civil halló el arma con la que supuestamente se apuñaló a la víctima mortal. Los agentes analizarán si la sangre encontrada en el cuchillo es de la víctima mortal o de otra persona. Respecto al motivo del ataque con el cuchillo, los investigadores no descartan que haya sido por un ajuste de cuentas.

CHILLIDOS. El crimen provocó conmoción entre los vecinos, además de indignación y un motivo para exigir más seguridad y medidas efectivas, como la instalación de cámaras.

La sorpresa fue grande para el joven Erik Santana, quien el sábado vio al hombre malherido atravesar el parque de Los Llanos, antes de fallecer. "Lo vi caminar a través del parque, chillando de dolor, con una gran herida en el brazo que tenía pegado en el pecho. Tenía al menos otra herida en la espalda y chorreaba sangre. Se apoyó en un muro, intentó llamar por su teléfono móvil y luego fue hasta el locutorio, donde murió", afirmó testigo.

Tijani Elbouji, responsable del local, aseguró que quería ayudarlo cuando lo vio tumbarse contra la puerta. "Entró directamente, lleno de sangre. Estaba lleno de sangre. No lo conocía, pero quise ayudarle. Sólo me dio tiempo para llamar a la Guardia Civil. Se murió enseguida delante mía", declaró.