La Guardia Civil interceptó este lunes el coche oficial del presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, por circular a una velocidad superior a la establecida -a 180 km/h- en la Autovía de Extremadura, según ha confirmado hoy el propio presidente, que ha pedido disculpas y ha asumido su responsabilidad.

Fernández Vara ha hecho estas declaraciones después de que algunos medios de comunicación hayan publicado que la Guardia Civil había interceptado su coche oficial circulando a 180 kilómetros por hora, pero no le había multado, hecho que ha negado el presidente extremeño.

Según ha explicado Fernández Vara, el pasado lunes, cuando regresaba de su comparecencia en la Comisión General de las Comunidades Autónomas en el Senado, el coche fue interceptado por la Guardia Civil, "por lo que en los próximos días llegará la correspondiente sanción".

Para el presidente de la Junta, "lo fácil sería decir que no tengo nada que ver con esto, que yo iba detrás preparando una próxima reunión y allá del que pisa el acelerador, pero eso no sería responsable".

"Yo no soy responsable de que el coche corra, lo soy de mi agenda y lo asumo, y quizás a veces mi agenda provoca que otros tengan que extralimitarse en la velocidad", ha señalado Vara.

Ante este tipo de hechos, Fernández Vara entiende que "no caben argumentos, lo que hay que hacer es asumir y aprender de ella", y ha añadido que quizás está "forzando demasiado las cosas en al ánimo de conciliar la gestión del día a día y la política de proximidad que me gusta".

Por este motivo, ha indicado que quizás tenga que replantearse su agenda "y no forzar las cosas por seguridad", para añadir que solo queda "asumirlo y cuando llegue la sanción, proceder en consecuencia".

Fernández Vara ha reconocido que su agenda "es la que arrastra a todos los demás" y por eso "no hay que buscar justificaciones", ya que él es quien decide "que a las 10 hay que estar en un sitio, a las 11 en otro y a la 13 horas en otro".

El jefe del Ejecutivo extremeño ha indicado que, en contra de lo dicho, "la Guardia Civil no mira para otro lado" en casos como este