La avenida de José Mesa y López se paralizó en la mañana de ayer. Sorprendieron a los habituales transeúntes de esta céntrica vía de la capital grancanaria los gritos y la sangre derramada por un hombre, que arremetió a golpes con el coche de su expareja a plena luz del día, provocándose a sí mismo numerosas heridas. Ella, quien vio los hechos desde el interior del vehículo, sufrió una crisis de ansiedad, pero acertó a llamar a la policía desde su teléfono móvil, mientras él gritaba que la quería matar. Todo quedó en un gran susto, como reflejaba el líquido rojo sobre la chapa del Seat Ibiza de la víctima. El agresor fue detenido por la Policía Nacional.

Sobre diez de la mañana de ayer el supuesto agresor había quedado con su expareja sentimental en la céntrica calle "para hablar". Pero las cosas no quedaron en una simple conversación. A las 10.30 horas de ayer recibió el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112 la alerta. Un hombre, de unos 30 años, golpeaba sin cesar el automóvil de su pareja, en lo que al parecer se trata de un nuevo caso de violencia de género, aunque en ningún momento llegó a agredir a la víctima. La sangre del agresor que cayó sobre la acera de la calle y el vehículo demuestra la dureza con la que golpeó el coche, en cuyo interior se encontraba la madre de su hijo viendo lo que ocurría.

El agresor, que según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Canarias iba "algo ebrio", comenzó a lesionarse con un objeto que tampoco concretaron hasta hacerse heridas de consideración que le dejaron visiblemente ensangrentado, tal como lo encontraron los agentes que lo detuvieron, informó Efe. El hecho, que tuvo lugar en el número 9 de la citada calle, sorprendió a vecinos y comerciantes y provocó un enorme caos circulatorio. La víctima, una joven también de unos 30 años y vecina de Ingenio, fue atendida por una leve crisis de ansiedad, y por petición propia recibió el alta. Por la tarde se recuperaba del susto en su vivienda con una de sus hermanas.