La vuelta al trabajo cotidiano y normalidad eran las reinantes en la joyería y relojería Vegueta, sita en la calle Reyes Católicos de la capital grancanaria, un día después del atraco frustrado. Realmente no había mucha calma, ya que la entrada y salida de amigos, vecinos y clientes era constante en este local que hace esquina con la calle García Tello.

Antonio Santana, de 56 años, que sufrió dos golpes en la cabeza con la culata de arma de fogueo en el intento de atraco durante la tarde del jueves, no paraba ayer de atender a los clientes, saludar y explicar a los amigos y vecinos que le cuestionaban qué había ocurrido.

Loli Ramos, la mujer de Antonio Santana, ya relajada tras el susto por haber visto mucha sangre en el suelo, y que regenta una tienda de compra de oro, contigua a la joyería, tampoco paraba ayer de atender a los clientes y amigos.

"Tengo la cabeza dura", aseguraba, entre risas, el joyero cuando narraba lo sucedido a dos amigos octogenarios. Sea como fuere, el afectado recibió dos golpes en la cabeza, por lo que tenía siete puntos de sutura en una herida y tres en la otra.

Respecto a cómo fue este suceso, el matrimonio Antonio y Loli narró: un joven que tenía puesto un casco -con cristal ahumado- entró en la joyería, con un arma en la mano. "Abre la caja fuerte", emitió como orden.

"Tranquilo", le contestó el joyero que estaba detrás del mostrador, el cual acabó al final roto. El atracador, que también vestía chaqueta de motorista y guantes, disparó contra un mueble para intimidar. Sin embargo, el joyero se envalentonó al darse cuenta de que se trataba de un arma de fogueo.

Antonio Santana le hizo frente y durante el forcejeo recibió los culatazos. Vista la resistencia del atracado, el ladrón optó por huir hasta donde estaba su compinche en la calle García Tello. Ambos huyeron en la moto con la matrícula tapada.

Tras la llamada de alerta por parte de Loli Ramos, la Policía Nacional acudió al lugar y fueron ellos los que avisaron al Servicio de Urgencias Canario (SUC), que trasladó al herido hasta el Hospital Insular.