La Guardia Civil ha detenido a siete personas, cinco de ellas españolas, un venezolano y un ruso, integrantes de una organización dedicada a la introducción en España de cocaína que previamente habían adquirido en Venezuela, durante la operación Calima, desarrollada en las Islas Baleares y Canarias. Tras esconder la droga en peligrosos acantilados de difícil acceso, hundían los barcos que habían utilizado para su transporte, en algunos casos valorados en más de 300.000 euros.

Según expone la Benemérita en un comunicado, las investigaciones se iniciaron en octubre de 2008, momento en el que la Guardia Civil tuvo conocimiento de que una organización asentada en las Islas Baleares se estaba dedicando a adquirir barcos en Sudamérica para introducir droga en España.

Tras las primeras averiguaciones, se pudo comprobar que, tras cargar los barcos con importantes partidas de cocaína, navegaban durante meses hasta recalar en las costas españolas.

A finales de 2010 los investigadores averiguaron que algunos miembros del grupo se habían desplazado hasta Venezuela para adquirir el material estupefaciente. Cuando regresaron nuevamente a España, el pasado mes de abril, se localizó a tres de los miembros del grupo en el sur de Tenerife.

Ante las sospechas de que la organización pudiera haber traído alguna partida de cocaína al país, la Guardia Civil incrementó la vigilancia sobre todos sus integrantes para detectar el lugar donde ocultaban la droga.

Los agentes observaron que en la madrugada del día 13 de mayo, a bordo de una pequeña embarcación, dos de los investigados zarparon desde el sur de Tenerife hacia la isla de El Hierro. Una vez que arribaron en la costa de la Isla, dos personas se adentraron en un bosque próximo, donde recogieron unos paquetes que trasladaron a su embarcación.

Durante los dos días siguientes, ambas personas, controladas en todo momento, navegaron por la costa de El Hierro, llegando a desplegar en la embarcación una tienda de campaña tipo iglú en la que pernoctaban para detectar una posible vigilancia policial sobre la embarcación.

En la noche del día 15 de mayo, de nuevo, las dos personas iniciaron el viaje de regreso a la isla de Tenerife, concretamente al puerto de El Médano, donde se reunieron con otro miembro de la organización, aunque no llegaron a descargar los paquetes recogidos en El Hierro, lo que hizo sospechar a la Guardia Civil que la droga podía haber sido ocultada en algún acantilado o sumergido en el fondo del mar hasta su recogida.

En días posteriores, de nuevo el grupo se hizo a la mar en la embarcación y se detuvo en un lugar próximo a un acantilado, de donde extrajeron dos sacos de neopreno que se hallaban ocultos entre las rocas bajo el agua, momento en que se detuvo a las tres personas y se les intervino un total de ocho paquetes que contenían más de nueve kilos de cocaína. Paralelamente en Mallorca, se detuvo a otros cuatro componentes de la red.

MATERIAL INTERVENIDO. Durante los cinco registros domiciliarios realizados en Amarilla Golf de Tenerife y Palma de Mallorca, Calviá y Felanitx (Islas Baleares), la Guardia Civil intervino más de nueve kilos de cocaína, los libros de navegación utilizados por la organización en las diversas operaciones de narcotráfico realizadas por el grupo desmantelado, así como vehículos de alta gama, ordenadores y teléfonos móviles, entre otros.

Asimismo, la Benemérita se hizo con documentos relacionados con la investigación, que reflejan “importantísimas cantidades de dinero”, fruto de los beneficios que obtenían con la actividad delictiva del tráfico de drogas, según informan fuentes de la Guardia Civil, quienes afirman que los investigados blanqueaban las ganancias obtenidas con el tráfico de drogas mediante la inversión en negocios inmobiliarios en la isla de Mallorca.

Las investigaciones han sido llevadas a cabo por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (Edoa) de la Guardia Civil de la Zona de Baleares y Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) tanto de Canarias como de Palma de Mallorca.