El recluso grancanario L. B. E. mató presuntamente a golpes a otro interno del centro penitenciario Puerto III de la localidad gaditana de El Puerto de Santa María. Se trata de la segunda muerte en la que está implicado el preso, ya que fue el autor confeso del asesinato de otro preso mediante el uso de una cuchilla en agosto de 2009 en la prisión alicantina de Fontcalent. Apenas llevaba dos meses en el citado centro.

En el momento de ese ataque con la cuchilla en Fontcalent, otros siete presos estaban en el patio donde ocurrieron los hechos. Las autoridades penitenciarias iniciaron una investigación para esclarecer si había o no una tercera persona implicada en el asesinato.

L. B. E., de unos 25 años, de madre española y de padre extranjero, se encontraba la tarde del pasado martes en un módulo de aislamiento de Puerto III, al tiempo que coincidía con otro interno durante dos horas en el patio que les correspondía a ambos.

Al parecer, L. B. E. y J. R. R., de origen gallego, tuvieron una discusión en el citado patio compartido, la cual terminó cuando el primero golpeó al segundo "hasta matarlo", como señalaron fuentes penitenciarias, las cuales indicaron también que "todo ocurrió muy deprisa".

Los funcionarios de la prisión Puerto III dieron aviso al juzgado de guardia, que ordenó el inicio de una investigación para esclarecer los hechos, según informó Efe.

L. B. E. estuvo recientemente en Las Palmas de Gran Canaria durante varios días para asistir a la celebración de un juicio por una causa en su contra que tenía pendiente.

El citado recluso había estado ingresado en distintas ocasiones en el centro penitenciario de Salto del Negro de la capital grancanaria por diversas causas menores.

Autolesiones

Según indicaron varias fuentes a este periódico, L. B. E., cuando se hallaba en dicha prisión, se había automutilado en varias ocasiones en diferentes partes de su cuerpo (brazos, muñecas y estómago), por causas que se desconocen.

"No causaba, ni protagonizaba, problemas graves. No era un mal compañero, aunque a veces tenía extrañas reacciones y se autolesionaba".