Las dos mujeres halladas muertas en una vivienda de Benissa (Alicante), una nigeriana de 35 años y una ecuatoguineana de 31, eran prostitutas que, supuestamente, habían sido contratadas por el presunto homicida.

El doble homicidio ocurrió el pasado miércoles aunque no fue descubierto hasta que, a media tarde de ayer, el presunto autor de los crímenes, un vecino de Benissa de toda la vida, de 31 años, se presentó en el cuartel de la Guardia Civil para confesar los hechos.

Fuentes conocedoras del suceso han informado a EFE de que, según el relato de este hombre ante los agentes, el miércoles se hizo con los servicios de las dos mujeres y se trasladaron a su propio domicilio, en el casco urbano de Benissa.

Según esta versión, en un momento dado las mujeres pretendieron robarle y se inició una fuerte discusión, en el transcurso de la cual las acuchilló mortalmente.

El supuesto homicida tardó cerca de 24 horas en presentarse en el cuartel para confesar lo sucedido.

Los cadáveres de las mujeres han sido trasladados al Instituto de Medicina Legal de Alicante para que una autopsia confirme las causas de los fallecimientos.

El juzgado que se ha hecho cargo de la investigación ha decretado el secreto de las actuaciones, según la subdelegada del Gobierno, Encarna Llinares, quien ha negado en un acto en Benidorm que este suceso tenga que ver con violencia machista.

Por su parte, tras participar en la presentación de la fiesta del Castell de l'Olla en Alicante, el alcalde de Benissa, Juan Bautista Roselló, ha expresado su "sorpresa muy grande" por lo ocurrido, por ser una localidad "muy tranquila y con altos niveles de seguridad y bienestar".

Ha comentado que el detenido es "un vecino del pueblo" bastante conocido y ha preferido esperar a "conocer las circunstancias del crimen" a hacer más comentarios.