La Guardia Civil de la Comandancia de Santa Cruz de Tenerife arrestó a un hombre de 59 años, vecino del municipio, como presunto autor de tres delitos: el primero de incendio con peligro para personas y bienes; otro contra el Patrimonio Histórico, por poseer cráneos, restos óseos y material arqueológico prehispánico; y un tercero de tenencia ilícita de tres armas de fuego y de munición.

El Instituto Armado contó con la colaboración y apoyo del Servicio de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo.

Según un comunicado, los hechos se iniciaron cuando los agentes de la Guardia Civil de Tacoronte tuvieron conocimiento del incendio estructural que se producía en el interior de una vivienda del municipio de Tacoronte, donde se personaron, auxiliados por el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil del Puerto de la Cruz. En su interior hallaron al morador de la casa, que tuvo que ser evacuado en estado grave al Hospital Universitario de Canarias por las lesiones producidas por el fuego.

El laboratorio de Criminalística de la Unidad de Orgánica de Policía Judicial se percató de la presencia de numeroso material de lo que a simple vista parecían ser restos humanos muy antiguos, por lo que inmediatamente contactaron con expertos, concretamente el Servicio Administrativo de Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo de Tenerife, para su verificación y confirmación.

Estudio

Los arqueólogos del Cabildo, tras valorar los restos óseos, entre los que se hallaron cráneos, acordaron la entrega de un estudio preliminar a la mayor brevedad posible. Se contó con la presencia de un médico forense del Instituto de Medicina Legal.

En una segunda fase, la investigación técnico-policial realizada por el Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil estableció como hipótesis la posibilidad de que el foco del incendio se hallara en el interior de la vivienda, reforzada ésta por la ausencia de forzamiento alguno de los accesos al inmueble y habiéndose descartado, casi desde un principio, el robo como causa del incendio.

El día 23 junio los técnicos del Servicio de Patrimonio Histórico expertos en arqueología del Cabildo emitieron un informe en el cual se certificaba la adscripción prehispánica de los restos de todos los objetos localizados en una de las habitaciones del interior de la vivienda, haciéndose dicho Servicio cargo de los mismos, ante la ausencia de autorización por parte de su actual propietario para la tenencia de éstos.

Las investigaciones finalizaron con una entrada y registro en el domicilio afectado, concedida por mandamiento judicial y realizándose dicha entrada con el hijo del dueño del inmueble. En ese momento se intervinieron oficialmente todos los restos humanos allí encontrados, que quedaron por decisión judicial depositados en el Museo Arqueológico del Cabildo Insular de Tenerife.

Los agentes de la Guardia Civil, por su parte, intervinieron en el registro realizado tres armas de fuego (pistola, carabina y rifle), así como diversa cartuchería (metálica y plástica) con la particularidad de que este material era muy antiguo. Estas armas fueron intervenidas por carecer de documentación para su tenencia.

En el domicilio se personaron agentes del Tedax de la Comandancia para retirar un mortero sin espoleta y sin carga que se hallaba en el inmueble.