El fisioterapeuta detenido en Gran Canaria por ofrecer presuntamente células madre e inyecciones de hormonas del crecimiento para tratar enfermedades neurológicas está imputado por delitos de estafa, intrusismo y lesiones, al igual que su mujer, que está en libertad condicional.

Así lo han informado a Efe fuentes de la Fiscalía, que explicaron que el detenido cobraba por estos tratamientos, de dudosa homologación en España y aplicados sin la titulación adecuada, unos 3.000 euros por paciente.

A su consulta no solo acudían vecinos del municipio, pues también se trasladaban incluso enfermos desde la península, han indicado las fuentes.

El detenido se encuentra en la prisión del Salto del Negro por existir riesgo de fuga y con la finalidad de evitar la destrucción de pruebas, mientras que su mujer, a la que se le ha retirado el pasaporte, está en libertad con cargos, aunque su intervención en los supuestos hechos es menor, pero debe presentarse semanalmente ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Arucas, que investiga el caso.

Las fuentes han indicado que son tres las denuncias que se han presentado contra los dos detenidos y que uno de los denunciantes es el padre de un menor, residentes ambos en la península, que al trasladarse a la isla para recibir el tratamiento puso en conocimiento del Servicio Canario de Salud (SCS) el presunto fraude.

Tanto desde el Juzgado como desde el SCS, que remitió estos hechos a las Fiscalía, se investigaba a la pareja, que gestionaba en régimen de concesión las instalaciones deportivas municipales de Firgas, inmueble que ha sido precintado por orden judicial.

Sobre el caso, la delegada del Gobierno en Canarias, Dominica Fernández, ha señalado que se está investigando desde hace meses,

Fernández ha indicado que sobre las enfermedades que no tienen cura "hay mucha personas que se aprovechan de las ganan que tiene la gente de vivir y utilizan tipos de terapias y medicación que no está probado que surtan efectos, por lo que hay que tener mucho cuidado y precaución".

La delegada del Gobierno hizo estas declaraciones a un grupo de periodistas tras mantener un minuto de silencio por el apuñalamiento de una mujer en Tenerife presuntamente a manos de su marido.