La Audiencia de Las Palmas ha condenado a nueve años de cárcel a un hombre por abusar de forma reiterada de su sobrina, desde que la niña tenía once años hasta que cumplió la mayoría de edad y se decidió denunciarlo.

La sentencia, hecha pública hoy, considera probado que el acusado, José Luis P.A., de 37 años, comenzó a abusar de la niña en el año 2001 durante unas vacaciones, en la que aprovechó un baño en la playa para tocarle los pechos y la zona vaginal.

En los años siguientes, el procesado penetró a la niña en al menos cinco ocasiones, siempre aprovechando los momentos en los que se encontraba a solas con ella en su domicilio o en su coche.

Como consecuencia de estos hechos, la menor sufrió problemas psicológicos, que se le manifestaron en forma de transtornos de la alimentación (bulimia) y desconfianza general de las demás personas, sobre todo de los hombres.

La Audiencia de Las Palmas considera probados estos hechos no solo por el testimonio de la víctima, cuya credibilidad ha sido corroborada por las psicólogas forenses, sino por la declaración del propio acusado, que durante el juicio reconoció haber mantenido contactos con su sobrina, aunque alegó que habían sido consentidos.

El tribunal no acepta, sin embargo, la pretensión inicial de la Fiscalía y de la acusación particular, que solicitaban que José Luis P.A. fuera condenado a 15 años de cárcel por agresión sexual.

La sentencia razona que el procesado no puede ser condenado por ese delito porque no se ha acreditado que empleara la violencia o la intimidación para conseguir los contactos sexuales con su sobrina.

Sin embargo, sí encuentra base suficiente para imponerle nueve años de cárcel como autor de un delito de abusos sexuales, por haber mantenido relaciones sexuales con una menor que no tenía la edad legal para consentir ese tipo de contactos, prevaliéndose de la ascendencia que su esposa y él mismo tenían sobre la niña.

La sentencia resalta que esa influencia sobre la menor era tal, que "denunciar supuso para la víctima más problemas que otra cosa, porque su tía, esposa del procesado, era como una madre para ella", según las psicólogas forenses.

Además de la pena de prisión, la Audiencia de Las Palmas impone al acusado el pago de una indemnización de 60.000 euros a su sobrina, a la que no podrá acercarse en los próximos diez años.