El Cuerpo Nacional de Policía continuó ayer con una investigación a fondo en relación con la desaparición de Suleima Mendoza Afonso, menor de 16 años y vecina de Los Tarahales, en la capital grancanaria, de la que no se tiene conocimiento de su paradero desde el pasado martes por la tarde. Mientras, ayer surgió el falso rumor de que había sido vista por parte de un taxista, que luego desmintió la familia de Suleima.

Agentes del grupo de menores de la Policía Judicial estuvieron durante la tarde de ayer en el domicilio de Erika Afonso, madre de Suleima Mendoza, y de Juan Carlos Godoy, compañero sentimental de la progenitora. Los policías realizaron en la citada vivienda, sita en Los Tarahales, sus pesquisas en el ordenador de la desaparecida, entre otras cosas, según señalaron fuentes familiares.

Antes, pasadas la una de la tarde, ambos habían ido, por voluntad propia, a la Jefatura Superior de Policía de Canarias para conocer cómo se desarrollaban las investigaciones.

Pasadas las siete de la tarde, Erika Afonso y Juan Carlos Godoy volvieron a la Jefatura Superior, donde ambos prestaron declaración en relación a todo lo relacionado con Suleima Mendoza durante más de tres horas.

Asimismo, el novio de la chica desaparecida, que regenta una tienda de venta de animales en Telde y que tiene 26 años de edad, también declaró en las dependencias policiales en la calle Luis Doreste Silva.

Erika Afonso afirmó a este periódico: "Estoy agotada. Deseo que todo acabe pronto y que vuelva a ver a mi hija".

Según la madre y su compañero sentimental, Suleima Mendoza habló por última vez por teléfono con la progenitora sobre las 17.15 horas del martes desde la casa de una mujer a la que Erika iba a cortar el pelo después.

"Mi hija no hizo otras llamadas desde la casa de esta señora, que mi familia conoce de toda la vida. Ella no notó nada raro en Sule, ni que estuviese nerviosa", dijo la madre de la menor.