Pese al inesperado protagonismo alcanzado tras su actuación en el fatal accidente de la circunvalación, que se saldó con una víctima y numerosos heridos, no es persona dada a salir en los medios. Sus superiores le han dado permiso dado el valor de su gesto, pero Y. R. M., policía nacional adscrito a Telde, guarda con celo su imagen y nombre por motivos profesionales y por la humildad que lo caracteriza.

Eso sí, su heroicidad no ha pasado desapercibida para sus propios compañeros y mandos. La Confederación Española de Policía, uno de los sindicatos más conocidos entre los 27.500 funcionarios que el cuerpo tiene en España, ha solicitado el ingreso del agente en la orden al mérito policial y, por extensión, la concesión de una cruz por el auxilio que este prestó a varios de los heridos en el mencionado siniestro del martes, cuyas causas investiga la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria.

Y. M., de 32 años, se manifestaba ayer tarde "sorprendido" por la noticia. Lleva siete años adscrito a la comisaría de Telde, donde desempeña sus funciones en la Brigada Local de Seguridad Ciudadana, y nunca antes se había enfrentado a una tragedia de esta magnitud.

"Lo que hice yo lo habría hecho cualquier otro compañero", relataba tras agregar que "no creo haber hecho nada extraordinario o que se salga de la labor de servicio a la comunidad a la que nos debemos los policías".

El caso es que su arrojo y coraje han sido ponderados por quienes le rodean. La suya fue una de las vidas que el destino aún no se quiso llevar, pues se hallaba en el interior de su coche, parado en el semáforo de la rotonda de la plaza de América, cuando un camión perdió los frenos y embistió a un total de 19 vehículos, entre ellos, el suyo.

El funcionario no perdió los nervios, se identificó y, arriesgando su vida, empezó a sacar a las personas que habían perdido el conocimiento de sus utilitarios y a orientar al resto para conseguir que se alejasen del lugar donde se habían producido las explosiones. Una semana después, aquejado de la cervicalgia que le provocó la colisión sufrida, sigue de baja y honrado por el gesto del sindicato.