Pro Animal Gomera informó ayer de que colaboradores de la protectora y agentes de la Guardia Civil han rescatado a un perro que se encontraba rociado de veneno y emparedado en una cueva en la zona de La Hoya, en Valle Gran Rey. El propietario del can ha sido identificado por la Guardia Civil, que lo ha citado para prestar declaración el próximo lunes en el cuartel de la Benemérita acusado de un supuesto delito de maltrato animal.

El rescate se produjo gracias al aviso de unos vecinos, quienes tras escuchar continuos quejidos de perro que procedían del risco decidieron subir a inspeccionar el lugar, explicó a Efe la secretaria de Pro Animal, Dominique Lecroc.

Los vecinos hallaron al fondo de una cueva tapiada con piedras a un perro grande de color negro, mezcla de pastor alemán con rottweiler, amarrado con una soga y que desprendía un fuerte olor a veneno.

El perro, de unos siete años de edad, presentaba desnutrición y deshidratación, falta de pelo y musculatura, y quemaduras en los párpados, señaló Lecroc.

El animal fue trasladado al veterinario para recibir los primeros auxilios y más tarde evacuado a un hotel canino de Tenerife para que se recuperada de las numerosas lesiones que sufría debido a su evidente estado de deterioro.

Pro Animal Gomera, que presentó denuncia ante la Guardia Civil y el Ayuntamiento de Valle Gran Rey, pidió en un principio la colaboración ciudadana para averiguar la identidad del dueño del animal. Poco después se supo que el perro fue propiedad de Domingo, el enterrador o sepulturero de Valle Gran Rey, que lo había regalado. La Guardia Civil del puesto del municipio identificó al actual propietario, que es la persona que presuntamente emparedó al animal y que está llamado a declarar el próximo lunes en el cuartel.

La protectora denunció que en lo que va de año ya ha habido en La Gomera más abandonos de animales que nunca, así como un considerable aumento de los actos de crueldad.

Al respecto, alude a algunos recientes sucesos como cachorros tirados a un contenedor dentro de una bolsa de basura u otros siete lanzados desde un coche en marcha de los que sólo se pudieron salvar dos.