El mercante Vitality, de bandera chipriota, fue retenido y sancionado con 250.000 euros el pasado martes en el puerto de Algeciras (Cádiz) después de que una investigación llevada a cabo por Salvamento Marítimo de Las Palmas determinara que supuestamente realizó un vertido contaminante sobre las aguas canarias, concretamente entre las islas de Gran Canaria y Fuerteventura. La mancha de fuel, aceite y agua sucias, conocida en el argot marino como sentinazo por la limpieza de las sentinas del barco, tenía una longitud superior a los cien kilómetros de largo y cinco de ancho, y fue detectada por un avión del servicio de rescate que realiza rastreos por la zona.

El buque había partido el pasado 20 de abril del puerto de Abiyán, en Costa de Marfil, con destino Dunkerque, al norte de Francia, donde tenía previsto llegar el 17 de mayo. La noche del día 14 de mayo, a su paso por el corredor entre las islas de Gran Canaria y Fuerteventura, el mercante, de 198 metros de eslora, supuestamente realizó lo que se conoce como un 'sentinazo' -limpiar los tanques del navío- cuando navegaba por las aguas canarias, por lo que dejaba tras de sí una mancha contaminante de combustible, aceite y agua de unos 110 metros de largo y 5 de ancho, según informó ayer Salvamento Marítimo mediante una nota.

Cogido 'in fraganti'

El avión de Salvamento Marítimo Sasemar 103, con base en Gando y que vigila la zona de forma periódica, detectó a última hora de la madrugada de ese día 14 el vertido, cogiendo in fraganti al barco que en ese mismo instante pasaba por el Dispositivo de Separación de Tráfico (DST) entre Gran Canaria y Fuerteventura, según apuntó el jefe del Centro Coordinador de Salvamento Marítimo en Las Palmas, Roberto Basterreche, por lo que se notificó la incidencia y se inició una investigación.

Un día después, el Sasemar 103 volvió a practicar una inspección en la misma zona y comprobó que la contaminación se había evaporado por la acción de los procesos naturales. A pesar de ello, el estudio que se hizo desde Salvamento Marítimo en Las Palmas determinó que el mercante de bandera chipriota supuestamente realizó la limpieza de sus tanques sobre aguas canarias.

El barco continuó su viaje con destino al puerto francés, adónde llegó el pasado 17 de mayo. Posteriormente también atracó en Amberes (Bélgica), Tibury (Inglaterra), Hamburgo (Alemania), Le Havre (Francia) y finalmente el pasado 29 de mayo lo hizo en Algeciras, donde, una vez en puerto, inspectores de la Capitanía Marítima de Algeciras le realizaron una inspección y detectaron irregularidades relacionadas con el vertido producido el día 14 de mayo en el Archipiélago, apunta el comunicado.

Según el convenio internacional Marpol y las leyes que garantizan la protección del Medio Ambiente Marino, Capitanía Marítima de Algeciras notificó al capitán las medidas cautelares que se le aplicaron para autorizar su salida al mar, como son el depósito de 200.000 euros para garantizar la eficacia de la resolución del expediente sancionado que se ha puesto en marcha, así como 50.000 euros para cubrir los gastos llevados a cabo por Salvamento Marítimo. Ayer, el Vitality aún continuaba retenido en la bahía de Algeciras, en la provincia de Cádiz.

A pesar de que los 'sentinazos' eran muy comunes cerca de las costas canarias hace años, este tipo de vertidos "ha disminuido bastante durante el último tiempo, porque es un asunto en el que los barcos se han puesto al día y evitan descargarlo", según indicó Roberto Basterreche.

Este mercante chipriota ya fue noticia hace un año al ser retenido en Nicaragua con 1.028 kilos de cocaína en el interior de varios contenedores.