Un deportado que iba a ser introducido en el interior de un avión para ser trasladado hasta Senegal se dio a la fuga en la tarde de ayer en el aeropuerto de Gran Canaria, con lo que provocaba que el despegue de un vuelo entre islas fuera retrasado debido a que cruzó la pista de aterrizaje.

Los hechos ocurrieron sobre las 19.45 horas cuando, supuestamente, varios agentes de un cuerpo de seguridad del estado trasladaban a un ciudadano extranjero a la escalerilla que da acceso a un avión de la compañía española Iberia, concretamente al que cubre la ruta entre Gran Canaria y Dakar, la capital de Senegal, con el código IB6970.

Poco antes de ser introducido en la aeronave Airbus A321, el detenido, que además se hallaba con las esposas puestas, consiguió huir y corrió en dirección a las pistas de aterrizaje del aeródromo grancanario. Ello hizo que desde la sala de control se retrasara durante algo más de minuto y medio el despegue de un vuelo que conectaba Gran Canaria con otra isla del Archipiélago, hasta que finalmente pudo ser retenido por los agentes, según indicaron fuentes aeroportuarias.

Estas mismas fuentes aseguraron que todo se produjo muy deprisa, y que apenas motivó incidencias de algo más de minutos y medio en el tráfico aéreo del aeropuerto grancanario. Tras ser capturado, fue devuelto al interior del avión que le iba a trasladar hasta Senegal.

A pesar de que la nave que realizaba el trayecto entre islas sufrió una ligera demora en su salida por el incidente, fuentes de la compañía informaron ayer de que llegó a su destino a la hora establecida.

Por su parte, el vuelo de Iberia, que había llegado desde Madrid a las 19.31 horas -un minuto después del horario previsto- y que tenía prevista su salida de Gran Canaria a las 20.15 horas, despegó a las 20.27 horas, según informaba ayer la página web de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).

Esta es la segunda incidencia que ocurre en el aeródromo grancanario en los últimos dos días. El pasado lunes, un avión de carga que viajaba desde Milán hasta Brasil tuvo que aterrizar en Gando al percatarse el comandante cuando volaba cerca de Mauritania de que tenía una incidencia en el tren de aterrizaje. Al final tomó tierra en Gran Canaria sin problemas.